Bayaguana. Monte Plata.- Chiqui Haddad está de vuelta. Y no es que se haya retirado de la producción de grandes espectáculos, dice, sino que durante esa aparente pausa se dedicó a darle calor a la empresa familiar: Campo Aventura, un modelo turístico enclavado en Comatillo, de este municipio.
A solo una hora y pocos minutos de Santo Domingo se encuentra este paraíso repleto de increíbles paisajes y diversas actividades donde, desde la entrada, se evidencia que el diseño exterior pasó por las manos del laureado coreógrafo y productor de eventos.
Al traspasar el portón que da acceso al paradisíaco lugar, Haddad nos esperaba en un comedor al aire libre, con una taza de aromático café en manos, rodeado de atentos servidores, en un ambiente donde el verdor y el frescor invitan a quedarse. El proyecto se visualizó cuando las dos hermanas de Chiqui (Rina e Ivette) se casaron con dos bayaguaneros, propietarios de los terrenos donde se construyó Campo Aventura.

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“Nos reunimos los hermanos para construir la primera casa, la de Ivette, en 1999 y cada uno de nosotros aportamos para tener una habitación”, explica.
En el 2001 el productor artístico trabajaba en Bávaro, donde recibió una llamada para producir premios Casandra, entonces decidió quedarse a vivir en Santo Domingo, cuando se le planteó producir el premio del año siguiente tomó la decisión de construir su casa en Comatillo.
“A mí siempre me ha gustado el campo, como buen Maeño. En el 2001 decidí construir mi casa y la piscina, porque veníamos todas las vacaciones de verano, Semana Santa, Navidad e incluso, yo viví aquí un año. En ese entonces trabajaba mucho para Cervecería Nacional Dominicana y ellos nunca se enteraron de que yo no residía en la Capital”, cuenta Haddad.
La transformación de un hogar familiar a un negocio próspero se dio cuando los hijos de Ivette estudiaban en el colegio ABC, uno de ellos jugaba béisbol y comenzó a invitar a sus amiguitos a visitar la casa veraniega de la familia.

“De repente teníamos 20 niños que venían en Semana Santa, con casas de campaña, y mi hermana, a la que siempre le han gustado los negocios, planteó comercializar el lugar. Nos propuso comenzar con campamentos de verano y así empezó todo esto”, recuerda.
De 20 niños, en el aquel entonces, hoy Campo Aventura ha acogido grupos de hasta 500 personas durante varios días.
“Esto comenzó a tomar cuerpo, y entonces lo vimos como un negocio. Mi hermana que es muy aventurera, igual que sus hijos, decidieron ponerle Campo Aventura. Como siempre me he creído un chef comencé a cocinar, y con la evolución, Ivette me pidió que me encargara de la cocina, porque esto ha crecido tanto que hay momentos en los que tenemos sobre las 500 personas, a las cuales se le atiende a cuerpo de rey”, relata sobre aquel inicio en 2004.
Sobre la comida asegura que es una de las ofertas más valoradas por los visitantes, quienes además tienen la ventaja de solicitarle al chef “cualquier antojito”.
“La comida es un éxito total. Tengo un equipo de cocineras fuera de serie. Yo las enseño la primera vez, son espectaculares”, resalta.
En la actualidad el lugar cuenta con 20 habitaciones, pero, Haddad aclara que en las mismas caben unas 100 camas, y su casa, que también se incluye cuando se trata de una gran cantidad de habitué, es habilitada con camarotes. Campo Aventura también cuenta con un gran espacio para hacer camping.
El proyecto continúa expandiéndose. Recientemente la familia Báez-Haddad adquirió 18 tareas de terreno para construir nuevas habitaciones.
De las amenidades
Campo Aventura cuenta con dos piscinas y un río, que el visitante puede recorrer en kajak y terminar bañándose en una cascada; un pequeño campo de fútbol, juegos extremos, caballos, Paintball y Boogie.“Los caballos, el Paintball y los Boggie, para llevarlos a Salto Alto, una belleza de la naturaleza, esto los ofrecemos a través de proveedores externos”, explica Haddad.