Con 75 años de edad, Eduardo de Jesús recorre esta mañana una de las calles de Villa Consuelo ofertando utensilios de plásticos para el hogar, al tiempo que espera la comunicación oficial con la pensión que debió llegar hace una década por su labor de 47 años como trabajador portuario. Detrás, un edificio abandonado y un pequeño comerciante que tomó la calle para improvisar su negocio.