Sin que quiera presumir de politólogo, analista político ni nada parecido, hago un breve análisis sobre los movimientos y la colocación de piezas en el ajedrez político del país en los actuales momentos, a la luz de los últimos acontecimientos en este ámbito.

En los corrillos políticos y amplios sectores de opinión pública se analizaba, se decía que de los tres principales partidos políticos de la nación desde la óptica político-electoral, el Partido Revolucionario Moderno (PRM), el Partido de la Liberación Dominicana (PLD), y La Fuerza del Pueblo (FP), había uno que para las elecciones del 2024 corría en desventaja, el PLD.

Se argumentaba que mientras éste carecía de su candidato a la presidencia de la República, los otros dos sí que tenian virtualmente, prácticamente definidos sus respectivos candidatos; del PRM se dice y acepta que tiene establecido ya que el presidente, Luis Abinader, va tras la reelección; de La Fuerza del Pueblo se asegura que su candidato presidencial será el expresidente Leonel Fernández. En todo el espectro político nacional, en toda la opinión pública esto es algo axiomático.

El PLD se puso a tono con esta realidad. El pasado 16 de octubre concluyó un proceso eleccionario que ellos llamaron, consulta popular, del cual resultó electo el actual alcalde de Santiago, Abel Martínez. Pues bien, ahora tendríamos que decir y aceptar que ya los tres corren en igualdad de condiciones.

El humilde mortal que suscribe considera que este acontecimiento a quien más beneficia en el ámbito político-electoral es al PRM y a su virtual candidato, el presidente Luis Abinader, ya que esto ha dado lugar a una recomposición del escenario político-electoral en todo el país.

Las dos principales organizaciones de oposición, PLD y Fuerza del Pueblo, ahora equilibran sus fuerzas y posibilidades, recrudeciendo y profundizando sus controversias y confrontaciones por constituirse y consolidarse como la segunda fuerza electoral y ser el competidor del PRM en las elecciones del 2024.

Como se dice en el argot hípico: Cuando dos ejemplares se enfrascan en la carrera en una disputa entre sí, entonces viene un tercero y le cruza por el medio cómodamente, ganando la carrera, ¡elemental mi querido Watson! Los planteamientos que aquí hago están sustentados en razones obvias…

Muy Cordialmente,
Por: José Vicente Calderón R.