Opinión Libre Pensar

La Semanal Presidencial

La Semanal Presidencial

Oscar López Reyes

(y II)

La Semanal, que ha pasado a ser el pilar troncal de la política de comunicación del Gobierno, ha tenido un impacto significativo y son muchos los que esperan las 4:30 de la tarde de cada lunes para conectarse con el canal de YouTube y las cuentas de Facebook, X e Instagram de la Presidencia, así como otras plataformas digitales, Radio Televisión Dominicana y uno que otro canal privado.

Cuatro jefes de Estado de América Latina banderean como novedosa estrategia de gobernanza conversatorios mediáticos: José Manuel López Obrador, presidente de México, continuado por su sucesora, Claudia Sheinbaum; Abinader -desde el 28 de agosto del 2023-; José Raúl Mulino, presidente de Panamá, y Rodrigo Chaves Robles, presidente de Costa Rica.

El presidente Abinader ha asumido con tanto compromiso su Semanal con la Prensa que evade otras actividades oficiales para no interrumpirla. La de mayor suspenso fue la del 22 de septiembre de 2025, con una duración de siete minutos y 48 segundos, porque tenía que viajar a Nueva York.

¿Es susceptible que La Semanal sea mejorada y relanzarla?
Lógicamente que sí. Por ese discernimiento, he aquí 8 recomendaciones:
1.- Que la última pregunta sea hecha al jefe de Estado, de manera remota, por un ciudadano humilde, que se identifique y diga en cuál pueblo o sector de la capital se encuentra; 2.- Que en la Semanal sean invitados periodistas especializados en economía, educación, salud, agropecuario, ecología, deporte, sociales y espectáculos, cuando sean tratadas temáticas concernientes a esos campos; 3.- Que en el interior/exterior sean los periodistas residentes los únicos que planteen incógnitas, como ocurrió en La Semanal de Santiago del 29 de septiembre de 2025. Estos reporteros y analistas, que representan a medios locales y nacionales, son los que conocen a fondo los rompecabezas de sus comunidades.

Asimismo, 4.- Que los periodistas hagan preguntas directas y breves, sin recuentos redundantes, que son un menoscabo de tiempo; 5.- Que antes de formular preguntas, algunos se edifiquen bien y se aseguren lo que van a preguntar, para no ponerlos en la sustantividad; 6.- Que el presidente de la República cite por sus nombres, apellidos y cargos a funcionarios que le acompañan, y no informalmente, para que los que presencian por distintas plataformas sepan de quién se trata; 7.- Que el gobernante responda una sola pregunta por cada expositor, para evitar que se explayen hasta con tres interpelaciones, y que no se entrecruce la estructura lineal del mensaje de contestación, y 8.- Que en cada Semanal sean invitados articulistas y delegaciones de periodistas de provincias.

La Semanal no entraña una sobreexposición del presidente de la República. Al árbol que da frutos se le tira piedras, y a los adversarios el triunfo incomoda y empuja hacia el ataque.