La Comisión Económica para América Latina (Cepal) ha advertido que los países de la región enfrentan serias dificultades para poder sostener o mantener los avances logrados en la reducción de la pobreza y el desempleo, mejoras en la educación, salud, protección social y estabilidad política, por lo que ha sugerido que los gobiernos reorienten sus estrategias de desarrollo sobre la base de la igualdad.
Muchos años después, esa importante institución de Naciones Unidas (ONU) ha reconocido que no basta que las economías latinoamericanas y el Caribe experimenten sostenido crecimiento a nivel del Producto Interno Bruto (PIB), si se agudizan los niveles de marginalidad económica y exclusión social.
Es por eso que Alicia Cárdena, secretaria general de la Cepal, ha dicho que “la hora de la igualdad ha llegado para la región” y que “hay que crecer para igualar e igualar para crecer”, por lo que ha sugerido que los países diversifiquen sus economías aplicando políticas industriales activas para lo que se requiere construir pactos sociales con una visión de mediano y largo plazo.
La Cepal aconseja ahora a los gobiernos promover un pacto fiscal que ayude a incrementar el ingreso público para garantizar redistribución de las riquezas; un pacto ambiental para la sostenibilidad ambiental, que grave la contaminación y el consumo excesivo de energía proveniente de combustibles fósiles, además de otro acuerdo sobre gobernanza de los recursos naturales para optimizar su contribución al desarrollo.
Antes de que esa Comisión de Estudios Económicos formulara tales recomendaciones, el gobierno del presidente Danilo Medina ha impulsado la concertación con la comunidad política, económica y social, de acuerdos o pactos para el rescate del sector eléctrico, promover la educación y sobre la fiscalidad, aunque solo el convenio sobre políticas educativas ha sido concluido.
La secretaria general de la Cepal ha hecho énfasis en la concertación de acuerdos sociales que promuevan la inversión a través de incentivos a la industria y otro destinado a consolidar políticas de promoción del empleo, que considera la llave principal para ingresar al anhelado estadio de igualdad.
República Dominicana parece tener ventaja relativa en la posibilidad de aplicar ese nuevo esquema de desarrollo sostenible basado en la igualdad, protección y explotación racional de recursos renovables y no renovables, incentivo a la inversión, generación de empleo, universalización de la seguridad social y protección al medio ambiente.
Es este un oportuno llamado de la Cepal que debería ser correspondido con denodado entusiasmo por el Estado, gobierno, partidos políticos, sector productivo, sindicatos, academias y sociedad civil, porque República Dominicana, como el resto de América latina tiene hoy la disyuntiva de crecer o decrecer, de avanzar o retroceder. Los pactos sociales, políticos, económicos, laborales y medioambientales son la vía y el camino.

