De las tres más recientes visitas giradas por personalidades mundiales a la isla de Santo Domingo, la del presidente del Consejo de la Unión Europea, Hernan Van Rompuy, se erige como la más puntual y provechosa porque el visitante representa una comunidad de países que mantiene dilatado y continuo programa de desarrollo no recíproco en favor de República Dominicana y Haití.
El vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, y el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, han sido los otros notables visitantes a esta tierra de primacías, que al igual que el Comisionado de la UE, arribaron con el propósito común de abordar el tema de las relaciones domínico haitianas.
La diferencia estriba en que Biden y Kim-moon exhibieron un ropaje de pro cónsules con el aparente propósito de imponer una agenda relacionada con asuntos migratorios y de nacionalidad, sin que ninguno de los forasteros ofreciera algún anuncio sobre cooperación o asistencia técnica o económica en favor de los inquilinos de la isla.
Con Van Rompuy se guardan las apariencias, incluso hasta con el motivo de su visita que ha sido por el 25 aniversario de las relaciones entre República Dominicana y la Unión Europea. El funcionario europeo ha cuidado también su discurso, al destacar en primer orden “la ayuda, buena voluntad y compasión” mostradas por el pueblo dominicano ante la calamidad que padece Haití.
Biden y Ban Kim-moon centraron su visita en proponer que el Gobierno dominicano otorgue sin mayor dilación nacionalidad a ciudadanos de ascendencia haitiana y a las autoridades del vecino país a que identifiquen a sus nacionales, pero poco o nada se habló de cooperación o asistencia.
El Comisionado de la Unión Europea sostuvo, como los anteriores visitantes, una reunión privada con el presidente Danilo Medina, pero esta vez el convidado dijo que el Acuerdo de Asociación Económica de la UE con República Dominicana fomentará el aumento del comercio y la inversión europea, además de prestar asistencia en la lucha contra el crimen y ofrecer ayuda en caso de desastres naturales.
No se niega que el vicepresidente Biden, el secretario Kim-moon y el comisionado Rompuy abordaron con el presidente Medina el mismo tema relacionado con la migración haitiana, pero es justo reconocer que el europeo ha observado de mejor manera elementales reglas relacionadas con la diplomacia de respeto al principio de igualdad entre los Estados.
Estados Unidos y la Unión Europea representan dos vitales socios estratégicos de República Dominicana en términos de comercio y cooperación, pero es menester que el Gobierno haga saber a sus representantes, al igual que al secretario de la ONU, que esta es una nación solidaria, respetuosa de los derechos humanos y muy celosa de su soberanía.