Opinión

Lacras sociales

Lacras sociales

Los sentimientos de los seres humanos guardan relación directa con el sistema social que sirve de base a la sociedad. Donde impera el individualismo, el egoísmo y las ambiciones desmedidas, está presente una organización económica cimentada en la explotación.

En los países donde predominan instituciones basadas en el desarrollo por medio del trabajo material o intelectual, los hombres y mujeres se levantan con ideas nobles, practican la solidaridad y orientan sus pasas en busca del bien común.

Basta con tomar en cuenta lo que es la sociedad dominicana de hoy; en nada se parece a lo que fue ayer, no desde el punto de vista de los cambios que se han experimentado en el orden económico, sino por la conducta, el comportamiento de los dominicanos y dominicanas.

No es fácil encontrar hoy, en muchas personas, manifestaciones de amor, comprensión, fraternidad e identificación con causas nobles.  El individualismo y la mercancía dinero se han convertido en forma de ser y objetivo a lograr por muchos de los que ahora integran la sociedad dominicana.

En la forma de actuar de algunas personas está tipificada la esencia misma de lo que  guía de la actual composición  social.

 Se busca herir, fastidiar, golpear a los demás, sin pensar que el ser humano no debe anidar odio ni rencores hacia los demás.

Los que aquí han hecho de la maldad una forma normal de vida, olvidan que nada importa el futuro cuando uno está en paz con su conciencia y tiene su espíritu reconciliado y en orden.

Lo ideal fuera que cada  hombre o mujer se orientara por el ejemplo de los que, en todo el curso de la historia de la humanidad, han sacrificado sus vidas para con su ejemplo lograr la paz y la solidaridad entre los que ocupan el planeta tierra.

La realidad que nos pinta la vida de hoy es que el individualismo, la codicia y la intriga  dominan la conciencia de muchos seres humanos.

De la idea que tenemos de la vigente sociedad, es que aceptamos como normal la actitud de muchos adversarios, y hacemos nuestras las palabras de José Martí, cuando dijo: “ Triste es no tener amigos pero más triste debe ser no tener enemigos,  porque el que enemigos no tenga, señal es que no tiene: ni talento que haga sombra, ni carácter que impresione, ni valor temido, ni honra de la que murmuren, ni bienes que se le codicien, ni cosas buenas que se le envidien”.  

Los que en este país se han levantado en base a su capacidad, talento y esfuerzo propio, pueden vivir tranquilos porque de seguro que no siempre van a recibir el reconocimiento de los que solamente viven rumiando penas y lanzando lamentos y maldiciones contra su propia realidad y por el progreso de los demás.

 La sociedad de hoy está preñada de vicios y genera por todas partes envidiosos, mediocres y falsos.

El Nacional

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