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Libre comercio

Libre comercio

Orlando Gómez

En más de una ocasión he hablado de la necesidad de expandir el portafolio de acuerdos de libre comercio de nuestro país incorporando más naciones a nuestro listado de socios con acuerdos robustos. Desde Canadá y México, hasta Chile, Perú, Colombia y Ecuador, en más de una ocasión he abogado por que cerremos más acuerdos de libre comercio. En esta ocasión vuelvo a hacer ese llamado pero resaltando que ahora ya se hizo urgente debiendo nuestro país tomar acción de manera decisiva y acelerada para evitar una potencial catástrofe comercial.

Para nadie es secreto que históricamente el comercio de la República Dominicana y, en particular sus exportaciones, se trata de una canasta con dos huevos, uno gigantesco y uno más pequeño pero de alta importancia. Esos dos huevos concentran el 65% del total de las exportaciones de nuestro país al mundo, y mucho de nuestra producción y el empleo nacional depende de poder mantener ese intercambio comercial en marcha y en crecimiento.

Lamentablemente los dos huevos que guardamos en nuestra canasta, de forma simultánea, están dando visos de problemas. El huevo más chiquito parece estar al borde de romperse, en la forma más literal en la que eso puede aplicar a un Estado-nación, mientras que el otro, el grandote, como mínimo podemos decir que está empezando a coger un olorsito.

Aunque es perfectamente posible hacer el esfuerzo y trabajar para preservar la salud de nuestros dos huevos, lo que recomiendo y entiendo prudente, también es mucho más fácil simplemente salir al mercado y comprar más huevos.

Utilizando el marco legal y el programa de levantamiento de aranceles que ya tenemos del DR-CAFTA es perfectamente posible cerrar en el corto plazo un acuerdo con Canadá y México, quienes ya conocen un marco similar derivado de sus acuerdos en NAFTA y el USMC. Australia, Corea del Sur y Japón son otros potenciales socios que pudieran trabajarse con rapidez bajo un marco similar al DR-CAFTA puesto que estos ya han trabajado, y tienen la experiencia, de acuerdos similares. Con voluntad y la intención de implementar de manera agresiva un nuevo plan de comercio exterior es posible cerrar acuerdos con estas naciones en 6 meses.

Hay otras naciones, como es el caso de los países suramericanos, donde pudiera existir más debate alrededor de la estructuración del acuerdo y amerite que las conversaciones se deban extender más hacia el mediano plazo. En otros casos, como las islas del Caribe, puede que ni valga la pena de gastar el esfuerzo por el momento para no perder el ímpetu de la acción.

El comercio exterior de la República Dominicana está en una situación de emergencia que no tolera la inacción que le ha caracterizado en los últimos 20 años. Hubiera sido idóneo que esto se hubiera realizado hace dos décadas como en aquel momento se clamaba, pero hacerlo ahora es el siguiente mejor momento y lo debemos hacer con urgencia para darle tranquilidad a la producción local y los inversionistas extranjeros que han apostado por la República Dominicana en sus estrategias de “nearshoring” y “friendshoring”.