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Libre pensar

Libre pensar

Danilo Medina/Hirohito
(V)
Por no escuchar a personas racionales que contrariaban a los mercantilistas de su anillo palaciego y a sus forasteros y apestosos asesores comunicacionales; por su excesiva complacencia afectiva, Danilo Medina ha hecho un daño irreversible a sus hermanos y otros allegados. Este no posee el liderazgo de un sultán para revertir el lúgubre lienzo, como el emperador japonés Hirohito durante la Segunda Guerra Mundial (1945).

Abismal se signa la diferencia entre el jefe supremo del Ejército imperial nipón, Hirohito, y Danilo Medina, quien se avitualló con una chaqueta de tafeta embriagado en el embrujo de que era un rey; que su partido duraría muchos años en la cúpula presidencial y que proseguiría el reinado de la impunidad.

Como caudillo absolutista de una cúpula desgreñada, no asume su responsabilidad ante tantas imputaciones, ni propone soluciones a tres pandemias que agobian a la colectividad: el saqueo de sus cercanos a las arcas públicas, la covid-19 y la guerra de Ucrania, que con sus petardos encorvan a los más erguidos. Su calvario empeorará si continúa por la selecta vereda repleta de clavos, vidrios y espinas, atorado por la inadmisión crítica.

“Nano” está olvidando que por el resto de su vida cargará con dos pesados fardos, que sólo rodarán por el pavimento con el descargo de un juez imparcial. Si no se despejan las dudas y conjeturas con una decisión judicial, muchos continuarán llenándose los buches con informaciones oficiales y extras, que ocuparán voluminosas páginas de los libros de historia.

El presidente del PLD brilla inmune a la corrupción. La justicia estadounidense afirma entre el 2001 y 2014 Odebrecht sobornó a funcionarios y legisladores de RD con 92 millones de dólares para obras de infraestructura. No se ha dicho si está incurso en esos ilícitos, particularmente en la termoeléctrica Punta Catalina, como tampoco en la operación “Anti-Pulpo”. En 2021, la PEPCA acusó ante un juzgado a parientes y militares de confianza de un entramado que estafó al Estado con miles de millones de pesos.

El citado táctico-estratégico se desgració en una primera etapa: no pudo modificar la Constitución para proseguir en el poder, dividió al PLD y provocó el descalabro de su Penco y los arrestos y enjuiciamientos. El filósofo chino Confucio sostuvo que “El hombre que ha cometido un error y no lo corrige comete otro error mayor”.

Medina personifica la antítesis de Hirohito, quien abdicó para salvar a los nipones de los norteamericanos.
Luce que más peledeístas se sacrificarían en plazas públicas, que Medina sería solicitado en extradición, que a otros les reclamarían -por la dialéctica de los acontecimientos- que renuncien a la dirección de un partido político en esta peligrosa encrucijada, y unos terceros se dedicarían a freír espárragos.