Mayúsculas, uso apropiado (II)
A diario en oficinas públicas y privadas, centros educativos y medios de comunicación leemos frases con abundancia de letras mayúsculas, como la siguiente: “El Alcalde Encabeza Jornada De Limpieza De Ríos y Cañadas”.
Sólo la E de El se coloca en mayúscula. Las demás letras se copian en minúsculas, debido a que hacen las funciones de artículo (El), verbo conjugado (Encabeza), preposición (De) y cinco son sustantivos comunes (alcalde, río, cañada, limpieza y jornada).
La mayoría de las letras iniciales se asientan en diminutas porque son sustantivos que nombran o identifican a personas, objetos, lugares y conceptos. Por esa razón, adquieren una categoría central en la lengua, que tienen contenido semántico pleno, junto con los verbos, adjetivos y adverbios.
Sólo los sustantivos propios: Aquiles, José, Manuel, Federico y Jacinto se insertan en mayúsculas. Y en mínima altura los sustantivos comunes: árbol, agua, escritorio, computadora y silla.
También encajan en letras ordinarias los sustantivos concretos: barco, perro, automóvil, parque y piscina, así como los abstractos o imaginarios: amor, idea, alegría, fidelidad y alegría.
Cincelan con signos bajos los sustantivos contables: anillos, niños, piedras, cucharas y cangrejos, y los incontables: aceite, trigo, azúcar, hambre y polvo.
Igualmente, se anotan en pequeño los sustantivos individuales: cantante, soldado, elegante, sombrero y pizarra, y los colectivos: alumnado, coro, familia, manada y tropa.
Como núcleo de un sintagma nominal, el sustantivo cumple funciones sintácticas en las oraciones. Verbigracia: Leí, en la montaña, el libro más instructivo del universo.
Otra utilización inexacta: Hacia Una Reforma Exitosa Y Sostenible de la Administración Pública En La República Dominicana.
Van en mayúsculas la H de Hacia, la R de República y la D de Dominicana. Afincan en trazos bajos las denominaciones genéricas, como los tratamientos: don, santo, señor, excelencia y señorío; los gentilicios: dominicano, argentino,
peruano, venezolano y español; las enfermedades: asma, diabetes, hipertensión, influenza (gripe) y trastorno bipolar; los días de la semana, los meses, las estaciones del año y los cargos: ministro, director general, magistrado, canciller y rey.
Asimismo, se apuntan en minúsculas estas denominaciones genéricas: el salón de sesiones de la biblioteca citada; la cédula y el pasaporte como documentos de identidad personal, los informes de las comisiones sobre las mociones que se acogen a las resoluciones presidenciales, y los departamentos, cabildos, universidades, iglesias, los trabajos y la espada.
También, se apostillan en letras reducidas los genéricos que conforman el paisaje público: calle, avenida, plaza, iglesia y estadio; los geográficos: montaña, río, mar, golfo y estrecho; las profesiones: contador, arquitecto, economista, notario y oftalmólogo.
Por igual, se incrustan en minúsculas los ciclos educativos: educación pre-escolar, educación primaria, educación básica alternativa, educación secundaria y educación superior, y doctrinas y movimientos: colonialismo, modernismo, vanguardismo, neoliberalismo e integracionismo.