En los últimos tiempos el país ha venido observando un desarrollo sin igual en el seno de las alcaldías nacionales, y como es de suponer, es la Liga Municipal Dominicana (LMD), antigua receptora para beneficios politiqueros, hoy día es, una verdadera transformadora y constructora de progreso de nuestros municipios.

Sin embargo, dicho desarrollo que hoy exhiben las alcaldías, no ha venido solo, este ha llegado gracias a las sabias ejecutorias de un hombre que como el ex alcalde de Villa González y municipalista a carta cabal, Víctor D Aza, ha estado desarrollando junto a un valioso equipo de hombres y mujeres que al igual que él, han sabido interpretar no solo las ideas de progreso del Presidente Luis Abinader, sino, de toda esa sociedad que está observando a cada uno de los principales actores de los diferentes estamentos del Estado.

Las capacitaciones continuas a las que tanto los alcaldes como los directores de juntas distritales en todo el territorio nacional, en donde a través de cursos intensivos, talleres, conferencias y más se han estado llevando cabo bajo las directrices de Víctor D Aza al frente de la LMD, han servido para reforzar de manera considerable los conocimientos de cada una de nuestras autoridades de los diferentes municipios del país, lo que viene a contribuir con lo que plantean los grandes tratadistas de las municipalidades a nivel mundial.

Sin embargo, es bueno precisar que dentro del presente esquema en el que se desenvuelve el país, en donde y gracias a la visión de quienes rigen nuestras instituciones muchas de estas, se han estado transformando para bien de nuestra sociedad, pues la visión de hombres por ejemplo como el mismo Víctor D Aza, un Franklin García Fermín, un Rafael Santos Badía o un Deligne Ascensión, solo por citar algunos buenos ejemplos, han sido durante estos años en los cuales les están sirviendo al país a través de los estamentos en donde se encuentran con una gallardía espartana y en donde han servido de ejemplo para todo el conglomerado nacional.

Las personalidades mencionadas, a los cuales no conocemos más que por referencias a través de los medios de comunicación, son entes con sobrada vocación de servicio, pero sobre todo, con niveles éticos de la responsabilidad y conocimiento tanto políticos como institucionales, de los cuales el país no puede prescindir.
Atentamente;
Por: Edward Liriano