Los aguaceros que afectaron la semana pasada a por lo menos 20 provincias, presagian el fin de una larga sequía que diezmó la producción agropecuaria y el almacenamiento de agua para consumo humano, riego y generación de energía, aunque las lluvias provocaron daños a las siembras en algunas zonas.
El Centro de Operaciones de Emergencia (COE) informó que unas 5,425 familias abandonaron sus viviendas anegadas por riadas de ríos y cañadas, que aislaron a numerosas comunidades rurales, lo que obliga a las autoridades a acudir en auxilio de los desplazados.
Tan intensos han sido los aguaceros que las aguas dañaron tuberías de conducción de agua potable, produjeron deslizamientos sobre la carretera principal de San José de Ocoa y produjeron el colapso del puente que une a las comunidades El Naranjo y Las Lajas, con el municipio de Cotuí.
El evidente fin de la sequía que afectó a la agricultura, ganadería y disminuyó la provisión de agua potable durante más de un año, es motivo de alivio para productores que reanudarán en breve la siembra o que no tendrán que sacrificar sus reses, pero no debe olvidarse que las precipitaciones también causaron daños.
Es por eso que se reclama a todas las dependencias estatales involucradas con el auxilio o la asistencia, acudir cuanto antes en ayuda de miles de personas severamente afectadas, cuyos inmuebles han sido arrasados o anegados por las crecidas de ríos y cañadas.
Candidatos a diferentes cargos municipales y congresuales tienen ahora la oportunidad de acudir en ayuda de las familias afectadas por el mal tiempo, para lo cual solo deben dar un receso a los discursos demagógicos y ataviarse con el vestido de la solidaridad.
Para los necesitados no importa el color de las ayudas ni del litoral que provenga sino que llegue y puedan saciar el hambre y la desnudez.
La lluvia es necesaria y siempre será bienvenida, pero no podemos olvidar que en países como el nuestro, con tanta vulnerabilidad, los fenómenos atmosféricos siempre su estela de daños.
Aunque Meteorología pronostica que las intensas lluvias disminuirán a partir de mañana, la población debe seguir al pie de la letra las recomendaciones del COE, de no intentar cruzar ríos ni cañadas, así como tomar las precauciones debidas en asentamientos cercanos a cauces o al pie de montaña. No más desgracia.