Las autoridades de Medio Ambiente exhibieron un buen ejemplo de autoridad y preservación de los recursos naturales al desalojar a los ocupantes de Los Farallones, un área protegida que forma parte del cinturón verde del Gran Santo Domingo, que cuenta con cavernas de mucho valor arqueológico, geológico, hidrogeológico y cultural.
Bajo ninguna circunstancia se podía permitir que la zona pudiera ser afectada por ocupantes que, a nombre de la necesidad, compraron o se apropiaron de terrenos para levantar viviendas. Creado en 2002 con el interés de proteger los manantiales del Cachón de la Rubia, los humedales del Ozama y la ampliación del parque Mirador del Norte el área, ubicada en el kilómetro 18 de la autopista Las Américas, cubre una superficie de aproximadamente 3.34 kilómetros cuadrados.
Por negligencia o complicidad de las autoridades los parques y las áreas verdes han sido depredados o arrabalizados no solo por infelices, sino por personas influyentes. Por el gran valor de Los Farallones en modo alguno se podía permitir que fuera víctima de algún atentado ecológico por las ocupaciones de solares para levantar viviendas.
Las autoridades de Medio Ambiente tenían que actuar como lo hicieron, sobre todo respetando la integridad y los derechos de los desalojados. Esa acción debe marcar el norte frente a cualquier atentado contra los recursos naturales, los cuales tien

