Es común ver niños, y sobre todo niñas, que ante la mirada pasiva de los adultos y la sociedad asumen unos patrones y valores que no le corresponden por su edad.
La hipersexualización se extiende a gran velocidad y condena a los niños a la búsqueda de un cuerpo y aspecto perfectos, unos valores y principios que se quedan en lo superficial y que solo le quitan el derecho de vivir esta etapa acorde a su edad.
El terapeuta sexual y de pareja Manuel Castillo Rodríguez manifestó que la crianza de hoy día sin duda es mejor y más fácil que la de años atrás.
“Anteriormente se castigaba a los niños y ellos ni sabían el por qué. Hoy en día es totalmente diferente, la crianza es mucho más sencilla, es darle participación a ese niño que es un cerebro, una mente en formación y hasta hemos aprendido de ellos. Hoy los niños nos dan pautas que antes los padres no se detenían a verlas”, dijo el experto, en una entrevista para la multiplataforma Millennials.
“A la generación Millennials le toca hacer el cambio de esta situación, porque todos los ‘Baby Bommers’, si no están formados adecuadamente tienen un aprendizaje errado, con relación a la crianza en torno a la sexualidad, tienen una educación rígida y reprimida que habla de la sexualidad de una forma misteriosa y algo que es dañino.
Entonces hay que cambiar esos patrones y educar sin miedo su sexualidad, lo mejor en la crianza de los niños es aliarse a ellos con la experiencia nuestra, la crianza no debe ser una dictadura”, afirmó.
El terapeuta comenta además que a diario se hipersexualiza a los niños preguntándole a sus 4 años, ¿Tú tienes novio/a? O poniéndolos a bailar con movimientos sensuales. También diciendo a las niñas que visten sexys, o simplemente incentivándolas a maquillarse desde pequeñas.
Dijo que toda la información que los niños reciben durante su desarrollo será determinante para su autoestima, asegurando que si aprende que la forma de vestirse y expresarse en base a estereotipos sexualizados, es la forma en que recibe atención y aprobación, irá en busca de esa gratificación, alejándose de su propia forma de ser.
Manifestó que las niñas cuando lleguen a la adolescencia podrían interiorizar esta forma de vincularse con su entorno, y estar propensas a pasar por estados depresivos, ansiosos, trastornos alimenticios, todo esto acompañado de un pobre concepto de sí mismas y riesgo de comenzar su vida sexual a temprana edad.
“Los niños pueden desarrollar un tipo de masculinidad donde la única forma de vincularse afectivamente es desde lo sexual, su autoconcepto estará fijado en lo que considere como atributos sexuales”, agregó.
UN APUNTE
Cómo se evita
Para evitar la hipersexualidad el psicólogo aconseja dejarles fluir en su infancia, no incentivarlos al maquillaje o vestimenta con accesorios que resalten su físico como si fuera una persona adulta, no hacer la pregunta molestosa de si tiene novio/a, y no fomentar la expresión de baile con movimientos sensuales.
Manuel Castillo Rodríguez