CINCINNATI – Luis Castillo no pudo poner fin a su racha sin victorias el martes por la noche ante los Gigantes. Pero el abridor de los Rojos se consoló al ver que su actuación se pareció a muchas de sus grandes actuaciones pasadas.
Castillo ponchó a 11 bateadores en cinco actos, pero un jonrón de tres carreras de Alex Dickerson en la cuarta entrada lo derrotó y los Rojos perdieron 4-2 ante San Francisco en el Great American Ball Park. Cayó a 1-6 con una efectividad de 7.44 en nueve aperturas esta temporada, incluida una racha de siete aperturas sin victorias y cinco derrotas consecutivas.
«Aunque no obtuvimos la victoria, yo diría que no solo dimos un paso hacia adelante, dimos tres pasos hacia adelante», dijo Castillo a través del traductor Jorge Merlos. «Realmente, me sentí mejor y los resultados están ahí».
Hubo varias razones por las que la apertura de Castillo fue una gran mejora con respecto a su tendencia reciente.
Swings abanicados
De los 43 swings de los Gigantes en su contra, Castillo abanicó 21 (49 por ciento), según Statcast. Hace dos aperturas contra Cleveland el 8 de mayo, el derecho obtuvo solo tres ponches en un total de 84 lanzamientos.
«Esa no es siempre la clave, pero hemos visto que cuando él está consiguiendo ese tipo de swings fallados, sabes que las cosas están ahí», dijo el mánager de los Rojos, David Bell.
Cambio estaba funcionando
Los Gigantes hicieron swing a 14 cambios de Castillo, con ocho abanicados. La tasa de abanicados del lanzamiento era del 26,1 por ciento, por debajo del 40,1 por ciento del año pasado. Registró seis de sus ponches con el cambio.
«Creo que la mayor diferencia hoy fue mi cambio», dijo Castillo, quien permitió seis hits y tres bases por bolas. «Obviamente, es mi segundo mejor lanzamiento. En las aperturas anteriores, se podía ver que el cambio se mantenía sobre el plato, pero esta vez, solo se estaba alejando de la zona y debajo de la zona. Realmente se podía ver, mi cambio ha funcionado espectacularmente hoy».
El deslizador fue efectivo
Con un promedio de 86 mph, el slider de Castillo consiguió 14 swings y anotó nueve fallos. Fue responsable de cuatro ponches.
La velocidad subió
La bola rápida y el sinker de cuatro costuras de Castillo bajaron alrededor de 1 mph con respecto al año pasado, y ambos promediaron alrededor de 96 mph entrando el martes. Statcast mostró que la máquina de cuatro costuras promediaba 97.7 mph con el máximo a 99.2 mph durante el juego. Su sinker, que Castillo considera su mejor lanzamiento, promedió 97.5 y superó a 99.1 mph. Lo hizo chocar con los bateadores derechos, especialmente.
«Estuvimos en la misma página toda la noche», dijo el receptor Tucker Barnhart. «Es una de esas cosas en las que cuando es capaz de meter la recta a los muchachos, es 100, así que te acelera. Pudo hacer eso con los derechos y los zurdos esta noche. Hace que todo lo demás sea mejor. Creo que eso no secreto.»
Diversificación
Castillo realizó 91 lanzamientos, pero fue casi una dispersión del repertorio entre la recta de cuatro costuras (24), el sinker (18), el cambio (26) y el slider (23).
«Cuando te sientes bien con los cuatro lanzamientos, puedes lanzarlos en cualquier conteo que quieras y puedes atacar a cualquier bateador como quieras también», dijo Castillo. «Me alegro de que todos estuvieran trabajando hoy, y tuvimos confianza durante todo el partido».
¡No olvides el tatuaje!
Siguiendo el ejemplo de Wade Miley, Castillo usó un tatuaje temporal relacionado con los Vengadores en su antebrazo izquierdo. Miley tuvo una imagen de El Increíble Hulk durante su juego sin hits del 7 de mayo. Castillo lució un tatuaje de Hawkeye.
«Alguien lo trajo. Tenemos un montón de ellos, y luego dije: ‘Bueno, supongo que debería ponerme uno si Wade Miley lanzó un juego sin hits’. Así que me alegro de que el tatuaje realmente haya valido la pena», dijo Castillo.
Castillo acumuló más ponches el martes que sus últimas tres aperturas combinadas (10). Su tasa de ponches fue del 16,3 por ciento, el mínimo de su carrera, que estaba cerca de la parte inferior de las Grandes Ligas para los lanzadores calificados y por debajo del 30,5 por ciento, el más alto de su carrera en 2020.
«Creo que el trabajo que hice esta semana, ya sea en el bullpen o trabajando en otras cosas mientras estoy en el campo, sentí que realmente valió la pena, y se podía ver con todo mi repertorio que estaba tirando ahí fuera», dijo Castillo. «Cuando ves que eso se junta, es un alivio para ti».
Durante la primera entrada, generalmente su episodio más problemático, Castillo ponchó a la tanda. Él tuvo ocho ponches en tres entradas.
«Observar su lenguaje corporal, observar su reacción, ver cómo estaba en el banquillo, se notaba que sentía eso», dijo Bell. «Sintió que algo hizo clic…Creo que nos sentimos aliviados de que finalmente sintiera eso en el montículo».
La parte alta de la cuarta entrada se abrió con sencillos consecutivos ante Castillo. Luego, en un cambio de 1-1, Dickerson lo conectó sobre la cerca del jardín derecho.
«Probablemente el único lanzamiento de toda la noche, honestamente, que no fue ejecutado y él lo conectó», dijo Barnhart. «Pero viviré y moriré con su cambio cualquier día de la semana…Lanzó mucho mejor de lo que mostró la línea, incluso con los 11 ponches».
