Opinión Articulistas

Luis Taveras Guzmán

Luis Taveras Guzmán

Alberto Taveras

(Maestro y humanista de la neurologia)

En el marco del 33.º Congreso Internacional de Neurología y Neurociencia, la comunidad médica dominicana rindió un homenaje merecido al Dr. Luis Arturo Taveras Guzmán, figura cimera de la neurología y referente ético, académico y humano para varias generaciones de especialistas. Más que un tributo institucional, el acto fue la celebración de una vida dedicada a servir, enseñar y formar desde la profundidad del conocimiento y la grandeza de la solidaridad.

Nacido en Estancia Nueva, Moca, el 11 de enero de 1953, el Dr. Taveras Guzmán se forjó en un hogar de valores firmes y vocación de servicio.

Noveno de once hijos, creció entre el trabajo, la disciplina y la sensibilidad hacia el sufrimiento humano. Su inclinación hacia la neurología no fue casualidad: la enfermedad de sus seres más cercanos, entre ellos su tío Luis Guzmán Taveras, por quien lleva su nombre, despertó en él un compromiso con el estudio del cerebro y sus misterios. Bajo la guía del Dr. Mario Tolentino Dipp, a quien reconoce como su mentor fundamental, halló solo una especialidad, sino un propósito.

El Dr. Taveras es parte de la primera generación de neurólogos formados aquí. Junto a la Dra. Milagros Medina, inauguró una era en la especialidad, abriendo caminos donde antes solo había incertidumbre. Desde entonces, su trayectoria ha sido una suma de excelencia profesional y entrega absoluta a sus pacientes y a la formación médica. Su legendaria clase de examen neurológico, se convirtió en un rito académico que marcó a internistas, pediatras, residentes y jóvenes neurólogos en distintos hospitales del país.

Sin estridencias y con un liderazgo silencioso, el Dr. Taveras fortaleció la Sociedad Dominicana de Neurología y Neurocirugía, impulsó la educación continua y dejó una impronta profunda en cada congreso y en cada programa académico. Su presencia semanal en el Hospital Salvador B. Gautier, donde continúa orientando y discutiendo casos con nuevas generaciones, expresa su entrega inagotable a la enseñanza.

Pero la grandeza del Dr. Taveras no se limita al aula o al hospital. Su vida familiar ha sido un ejemplo de amor, integridad y nobleza. Junto a su esposa la reconocida oncóloga Dra. Nancy Alam Lora, ha formado un hogar donde las virtudes del estudio, la honestidad y el compromiso social se transmiten de generación en generación, como muestra, sus brillantes y extraordinarias hijas Carmen Aida, Claudia y Sara Taveras Alam.

El homenaje de este congreso no representa un cierre, sino un reconocimiento vivo al neurólogo, maestro y ser humano excepcional que ha acompañado, guiado e inspirado a miles.