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Luis y Leonel

Luis y Leonel

Danilo Cruz Pichardo

En las redes sociales circulan múltiples videos del doctor Leonel Fernández y del licenciado Luis Abinader, donde desde la oposición levantan discursos que difieren grandemente de sus respectivas formas de gobernar, conducta que afecta el crédito público de la clase política en general y lleva a muchos a pensar “si vale la pena votar”.

Fernández, desde la época en que Juan Bosch era el líder del PLD, abogó para que el Ministerio Público sea un poder independiente. A pesar de haber gobernado doce años nunca tuvo la iniciativa para llevar a la práctica su vieja teoría, sobre todo cuando le correspondió en el año 2010 reformar la carta magna. Todo lo contrario: designó en ese importante cargo a individuos no solo de reconocida militancia política, sino de su círculo íntimo. Sobra mencionar nombres. Lo que hizo fue fortalecer la dependencia del MP del Ejecutivo y que sus procuradores formen parte del Consejo Nacional de la Magistratura, para desde ese organismo incrementar la influencia en la escogencia de los miembros de cortes.

El discurso que exhibió Abinader, desde la oposición, también contrasta con su práctica gubernamental. Desde el PRD defendió la democracia interna, exigiendo el voto universal en las convenciones. Inclusive en el PRM las dos veces en que fue escogido candidato presidencial, es decir, en el 2015 y en el 2019, fue con el concurso de todos los militantes de esa entidad política.

Hoy desde el poder se le atribuye ser el autor intelectual en la negación del derecho que tienen los dirigentes del PRM en participar en la escogencia de las nuevas autoridades de esa organización. ¿Y ese cambio?
El dualismo no se limita a su partido. Se recuerda que Abinader fue uno de los políticos que más denunció la sobrevaluación de las Plantas de Punta Catalina. Es evidente que en el levantamiento de esa obra hubo corrupción, pero en el presente Gobierno lo que se ha pretendido, con el contrato de fideicomiso, es sustraer por completo ese patrimonio público.

Posiblemente el contrato original que firmó Leonel con la Barrick Gold, del famoso 97 a 3, le quede chiquito al fideicomiso de Punta Catalina, porque por lo menos con el primero el Estado recibía un 3%, lo que no ocurriría con Punta Catalina. Hay muchas coincidencias en la conducta de Leonel y Luis. Y para colmo ambos encabezan encuestas de opinión para el 2024, a pesar de que uno no merece quedarse ni el otro volver.