Caracas. – El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro Moros, enfrenta una de las coyunturas más delicadas de sus 12 años y cuatro meses en el poder, tras el despliegue en el mar Caribe de siete buques de guerra de Estados Unidos, entre ellos un destructor y un submarino nuclear de ataque rápido.
Según informes, las embarcaciones —entre ellas el USS San Antonio, el USS Iwo Jima y el USS Fort Lauderdale— ya se encuentran en la región junto a un contingente de más de 4,500 marines y marineros, a la espera de órdenes. Washington sostiene que la operación busca combatir el narcotráfico y desmantelar carteles criminales, entre ellos el llamado Cartel de Los Soles.
Maduro asumió oficialmente la presidencia el 19 de abril de 2013, tras la muerte de Hugo Chávez Frías. Fue reelecto en 2019 hasta 2025 y, según resultados electorales cuestionados, hasta 2031 frente al opositor Edmundo González Urrutia.
Crisis política y antecedentes
La mayor amenaza política contra Maduro se registró el 23 de enero de 2019, cuando el entonces presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, se autoproclamó presidente interino con el reconocimiento inmediato de Donald J. Trump y otros gobiernos de la región. Sin embargo, ese proyecto fracasó pese al respaldo internacional.
Guaidó asumió la jefatura parlamentaria el 5 de enero de 2019, luego de que a su partido, Voluntad Popular, le correspondiera el turno y sus principales dirigentes enfrentaran procesos judiciales.
Hoy, en medio de una crisis humanitaria que ha provocado la emigración de más de 6 millones de venezolanos —con cerca de 100 mil en República Dominicana, según la Organización Internacional para las Migraciones—, Venezuela vuelve a estar en el centro de las tensiones internacionales.
Reacciones y tensiones
Llama la atención que hasta el momento ningún presidente de Centro o Suramérica ha protestado públicamente por la presencia militar estadounidense cerca de las costas venezolanas.
La Casa Blanca sostiene que el operativo busca combatir el narcotráfico en la región. En agosto, incluso duplicó a 50 millones de dólares la recompensa por información que conduzca a la captura de Maduro, según informó Stephen Miller, entonces subjefe de gabinete del presidente Trump.
Todo esto ocurre tras la reunión del 15 de agosto en Alaska entre Trump y Vladimir Putin, oficialmente para tratar la guerra en Ucrania.
En respuesta, el ministro de Defensa venezolano, general Vladimir Padrino López, denunció un “asedio” contra el país, llamó a la población a alistarse en la reserva y anunció el despliegue de 4.5 millones de milicianos.
Por su parte, desde el exilio, la opositora María Corina Machado denunció la detención de dos de sus dirigentes, Jesús Castillo y Yones Molina, en el estado Mérida.