Opinión Carta de los Lectores

Medidas en el transporte

Medidas en el transporte

Cartas

El alto costo de la vida es uno de los principales problemas que afecta a todos los ciudadanos. Es bienvenida cualquier medida que se aplique y haga posible una reducción en los gastos del presupuesto de bajo nivel.

De ahí que saludamos el fijar un precio único, a partir de diciembre, para los servicios del metro, el teleférico, la OMSA y los corredores de autobuses. Es una medida de un gran contenido social.
Viene a resolver los altos gastos de pasajes que tienen los dominicanos, sean estudiantes o empleados. De los principales gastos mensuales de una familia promedio, está cubrir los servicios del transporte.
Los choferes de carros públicos cobran lo que les da la gana, las rutas las acortan sin tomar en cuenta las necesidades de sus clientes. Llevan la anarquía a máximo nivel.

De ahí que los correctivos son de rigor.
Con la nueva medida, que se implementará en Santo Domingo y Santiago, mejorará el nivel de vida de los usuarios que se desesperan por la forma en que operan los carros del concho y los autobuses o guaguas.
El gobierno debe tomar otras acciones ahora, que vayan dirigidas a mejorar los niveles de vida de la población y sobre todo en que se permita que las calientes lleguen a la mesa de los pobres.

Hay que detener la inflación y el agiotismo en los artículos de primera necesidad. Los precios de los comestibles son aumentados en forma medalaganaria por los comerciantes, y ello debe cesar.

No necesariamente es ampliar programa de asistencia alimentaria de gratis, sino de que los comestibles básicos tengan un valor asequible para la clase media y para los excluidos.

Hay descuido en poder controla el valor del arroz, las habichuelas, la carne de pollo, los aceites, la leche, el queso y otros productos de gran consumo.

Los comerciantes los aumentan a su libre albedrío y no hay controles efectivos a la vista. Cierto que estamos en un mercado de libre comercio, pero la principal obligación del Estado es controlar lo que se vende y que no se imponga la especulación.

Un mercado de oferta y demanda puede ser aupado por sectores de comerciantes, pero su libre implementación, sin controles por parte del gobierno, deja en el aire a los grupos poblacionales que ya son golpeados por el desempleo, y el vivir en condiciones lastimosas.

Desde el gobierno hasta los empresarios, todos a una deben luchar para estabilizar los precios de los alimentos de primera necesidad.

Por: Manuel Hernández Villeta

El Nacional

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