Danilo Medina ostenta el récord judicial, en ocho años en la presidencia de la República, como el más mencionado -167 veces- en por lo menos cuatro expedientes acusatorios de delitos penales. En esa perplejidad, estruenda la pregunta más socorrida: ¿Por qué no ha sido apresado, o siquiera interrogado?.
En las operaciones Antipulpo, el ex jefe de Estado ha sido citado en 90 escenarios; en Coral 5 G en 17 ocasiones; en Medusa en 26 contextos, y en Calamar en 34 circunstancias, para un total de 167 veces. Si no es imputado por el Ministerio Público, sus representantes se expondrían a ser sometidos bajo alguna figura jurídica. 0, indignados, ¿Medina sería inculpado por grupos de ciudadanos?, y pasaría lo mismo, penosamente por complacencia, con Miriam Germán Brito, Yeni Berenice Reynoso y Wilson Camacho, tres valientes que se han ganado el respeto de una infinidad de nativos, por su rectitud. ¿Quiere o no la población ver preso a este gobernante 2012-2020?.
Insólito: el desfalco se calcula en más de 150 mil millones de pesos. Calladamente, la indignación indigesta cuando la Pepca revela datos escalofriantes. Ha calificado como “sin precedentes” el esquema levantado por los inculpados de lavado de activos, soborno, falsificación, compras y ventas irregulares, extorsión y financiación ilegal de campañas políticas, entre otras.
Con los pantalones largos, el Ministerio Público ha advertido que los que les evidencien responsabilidad penal, sin excluir absolutamente a nadie, será objeto de un proceso. Y, en ese andrajo, en torno a Medina Sánchez han surgido dos interrogantes claves: ¿Será liberado de acusación por el Ministerio Público?, o ¿cree usted que, brinque o salte, terminará en la amarra de la soga judicial?.
Con los ojos cerrados, tenemos que rezar/orar para que la providencia omnipresente derrame su gracia bendita y su caricia sobre su cuerpo, recupere su salud, afronte gallardamente las imputaciones y sea juzgado por jueces neutrales y ecuánimes.
Los dictadores de Chile, Augusto Pinochet Ugarte (1915-2006), y Perú, Alberto Fujimori (1938-2023) se registran como precedentes en la búsqueda de justicia. El primero fue arrestado en Londres (1998), acusados de crímenes y corrupción. En su país perdió en dos momentos su inmunidad parlamentaria, no obstante los alegatos de diabetes, asma, artritis, hipotiroidismo, demencia senil y otras docencias. Murió a los 91 años. Y el segundo, sentenciado a 25 años de prisión por apropiación de fondos públicos, asesinatos y otros delitos, calienta la prisión desde el 2007, y padece de cáncer en la lengua, gastritis hemorrágica, hipertensión, taquicardia y otras dolencias.
Si por padecimientos de salud fuera, pocos serían enclaustrados tras las rejas. ¿Romperá la fuente de los legajos investigativos del tiburón, en el sumario: 1) descrédito/antipulpiano, 2) ansia/coralina, 3) agobio/caracoliano, 4) medusa/alcaponiana, y 5) congoja/calamarina?