Viena, 30 de Mayo (EFE).- Los mercados mundiales del petróleo tienen el foco puesto en la teleconferencia convocada para mañana, sábado, por ocho ‘petroestados’ clave de la alianza OPEP+, pues se espera que anuncien un aumento de su bombeo a partir de julio.
Liderados por Arabia Saudí y Rusia, estos países comenzaron en abril a abrir los grifos en el marco de un acuerdo para compensar sus reducciones “voluntarias” del bombeo desde 2023, que sumaban 2,2 millones de barriles diarios (mbd).
El plan original preveía un ritmo lento del incremento, a lo largo de un año y medio, con aumentos mensuales de 137.000 bd, pero ‘los Ocho’ dieron la sorpresa al triplicar para mayo y junio ese volumen, que se implementó así solo una vez, en abril.
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Las dos últimas subidas anunciadas fueron de 411.000 bd cada una y ahora se especula con un nuevo monto similar en julio que elevaría el incremento acumulado en cuatro meses a 1,37 mbd, más de la mitad de los suministros que se han propuesto devolver al mercado.
Se trata de deshacer un recorte adicional al de 3,66 mbd que la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y sus diez naciones productoras aliadas mantiene vigente hasta el 31 de diciembre de 2026, tal y como confirmaron el pasado miércoles en su 39 conferencia ministerial, también telemática.
En la cita de mañana participarán, junto con los representantes de Rusia y Arabia Saudí, los ministros de Irak, Emiratos Árabes Unidos, Kuwait, Kazajistán, Argelia y Omán, que justifican su decisión de acelerar la apertura de sus grifos con una visión optimista sobre la demanda de combustibles a mediano plazo.
Sin embargo, según los analistas, en el sector reina una visión más pesimista ante el incierto impacto en la economía mundial de múltiples conflictos, desde la guerra comercial desatada por Estados Unidos con su política de aranceles hasta la situación en Medio Oriente y la invasión rusa de Ucrania, así como el contencioso nuclear iraní.
En este contexto, los aumentos de la OPEP+ acentúan los temores a un exceso de la oferta y presionan a la baja sobre los ‘petroprecios’.
Ante un panorama de producción en expansión, “es difícil ser optimista con confianza mientras los barriles sigan acumulándose y persista la incertidumbre sobre el crecimiento de la demanda”, comentó en un análisis semanal Fawad Razaqzada, analista de mercado de la financiera StoneX.
Tras retroceder cerca del 15 % el pasado mes y llegar incluso a perder brevemente la barrera de los 60 dólares, cayendo a su nivel más bajo en cuatro años, el barril de Brent, referente para Europa, terminó el jueves en 64,15 dólares, con una caída del 1,16 % respecto al valor del cierre de la jornada anterior.
Paralelamente, el petróleo intermedio de Texas (WTI), la referencia para América, bajó un 1,46 %, hasta quedar en 60,94 dólares el barril, pese a la noticia de que las reservas comerciales de crudo en EEUU cayeron la semana pasada más de lo esperado.
Se espera que en la teleconferencia de mañana se aborde también la disciplina interna de los integrantes del grupo, ante las acusaciones de que algunos de ellos, principalmente Kazajistán e Irak, bombean por encima de lo acordado.
De hecho, la decisión de acelerar el ritmo de aumento del bombeo ha sido atribuida por algunos analistas a un cambio de postura de Arabia Saudí, el mayor exportador mundial de petróleo, para demostrar que puede soportar un nivel más bajo en sus ingresos y de esta manera presionar a otros socios para que se atengan más estrictamente a las cuotas nacionales fijadas. EFE