La comunidad de María Auxiliadora le encarece al Ministro de Deportes, Francisco Camacho, asumir y resolver con prontitud el conflicto que por más de dos años afecta a los moradores de ese sector, debido a la enajenación de su club María Auxiliadora, que de sus actividades deportivas, recreativas y culturales, ha pasado a operar como un negocio privado en provecho de sus operadores y familiares.

Según los comunitarios, han hecho innúmeras gestiones a través de una comisión de vecinos en representación de la comunidad para reunirse con el saliente ministro de Deportes, pero él no dedicó atención ni interés a este problema, quedando en el criterio de la comunidad que había complicidad de aquel ministro con este despropósito, cuyos efectos distorsionan la salud mental de la niñez y demás participantes de las actividades propias de un club que propicie el bienestar colectivo en una cultura de paz.

Cónsono con los desafueros del pasado reciente donde todo se vendía y se compraba sin consecuencia alguna, hubo una convocatoria ficticia y una directiva fantasma e ilegítima, sin conocimiento de ni participación de la comunidad y de espalda a los estatutos del club, y con ello impusieron el negocio, Café el Club, que aun opera en perjuicio de la comunidad y de los objetivos clubísticos.

El sector María Auxiliadora clama, una vez más, por la intervención del titular de Deportes, Francisco Camacho, para que corte de un plumazo el uso irregular, abusivo e ilegal que se le está dando a este club, construido en 1972 por el Dr. Joaquín Balaguer, en interés de que niños, adolescentes y jóvenes se mantengan alejados de los vicios y la perversidad que dañan la conducta y la salud de sus víctimas.

Padres y madres que han llorado su club, piden al Ministro de Deportes que ejecute su devolución a su legítimo y único dueño que es la comunidad, para que deje de operar en su contra y en su perjuicio. La complicidad de las autoridades anteriores y el libertinaje institucional predominante, dieron pie a ese grosero atropello contra el club María Auxiliadora tal como opinan sus reclamantes, llenos de indignación, al tiempo que insisten en reclamar más, y no menos recreación y deportes sanos, en vez de diezmarle, quitarle o contaminarle el espacio y el ambiente como está ocurriendo actualmente.

Por. Lic. Santiago Martínez