Romeo Santos
El fenómeno de la música popular es sorprendente.
El merengue, en sus inicios, era una música detestable, hasta que en la época de Trujillo, el dictador, la hizo de salón con las grandes orquestas de la época.
Tras su caída, Johnny Ventura, popularizó el merengue, a partir de su Combo Show, y lo sacó del concepto de “big band”.
Con el tiempo, fue declarado por la Unesco como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.
Lo mismo sucedió con la bachata, que en sus inicios era considerada una expresión musical despreciable, y a sus intérpretes no les permitían presentarse en los grandes clubes sociales.
Hasta que Juan Luis Guerra la vistió de gala, y Romeo Santos la llevó a la juventud. Ambos la internacionalizaron, y la llevaron a los principales escenarios del mundo.
Y la bachata también fue declarada por la Unesco como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.
El merengue típico también ha tenido su viacrucis. Decían que “no pasaba del peaje”.
Hoy día la agrupación que más toca es El Blachy, con 55 bailes solo en este mes de diciembre. Lo mismo hizo en las navidades pasadas.
Sin mencionar las expresiones urbanas, de la juventud, que son las más demandantes.
