Por Ernesto Guerrero
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El virus se está transformando, ahora con variantes más contagiosas que produce una enfermedad más severa. Son más de diez el número identificado, y desafortunadamente algunas eluden la respuesta inmune de las personas previamente infectadas y se vuelven a enfermar. Además, las vacunas disponibles son menos efectivas.

¿Por qué está mutando? Cuando un virus circula libremente en una población de muchos susceptibles, por lo regular se producen cambios en su estructura.

La variante británica fue la primera con implicaciones epidemiológicas, por ser 40 veces más contagiosa que la inicialmente identificada en China. Por su rápida diseminación, pronto será la variante dominantemuchos otros países.

Otras variantes graves son la brasileña; responsable del rebrote en la ciudad de Manaos y la sudafricana que es mucho mas letal. Reportes clínicos y epidemiológicos muestran que esta última variante es responsable del aumento significativo de personas reinfectadas, y para mayor desdicha, la vacuna AstraZeneca ofrece solo un 10 % de protección, razón por lo que autoridades de ese país, decidieron prescindir de la misma.

Las farmacéuticas Pfizer y Moderna informaron recientemente que sus vacunas son efectivas contra todas las variables conocidas. Son más de 200 vacunas en fase de experimentación, de las cuales se espera que otras seis entre al mercado en los próximos meses. AstraZeneca al igual que todas las demás anuncian estar fabricando o modificando sus vacunas para hacerlas más efectiva contra las variantes emergentes.

Las vacunas son una herramienta formidable, pero, solo los países ricos la están aprovechando; empeñados como están, en una carrera para ver quien llega primero a la población ¿si la vacuna o el virus? hacen caso omiso a los requerimientos de los países pobres, desdeñando el principio epidemiológico de que: “bajo la evidencia de un virus que muta, ningún país estará a salvo mientras siga circulando en otros”
A pesar de los avances en la vacunación y el descenso de los casos, nuestro país no debe dormirse en sus laureles esperando la llegada de esa “fórmula salvadora” Ahora mas que nunca, debemos fortalecer nuestro sistema de vigilancia para evitar que viajeros sospechosos de portar estas nuevas variantes entren al país; fortalecer la búsqueda y aislamiento de los contactos y fomentar el distanciamiento y uso de la doble mascarilla.