En momentos donde la soberanía nacional está siendo retada como nunca antes, y cuando la República Dominicana enfrenta una de las amenazas más serias a su identidad, a su seguridad y a la estabilidad de sus instituciones, el silencio de los aspirantes presidenciales para el 2028 resulta no solo desconcertante, sino profundamente decepcionante.
La invasión pasiva de ciudadanos haitianos, el colapso de los servicios hospitalarios, el desplazamiento de la mano de obra dominicana, y la campaña sucia impulsada desde sectores internacionales contra nuestro país, son hechos que claman por liderazgos valientes, coherentes y patrióticos.
¿Dónde están los precandidatos del Partido Revolucionario Moderno (PRM)? ¿Dónde está Yayo Sanz Lovatón? ¿Dónde está la vicepresidenta Raquel Peña? ¿David Collado, tan diligente para la foto, pero ahora ausente ante el clamor de un país? ¿Y qué dice Guido Gómez Mazara, siempre locuaz en los medios, pero mudo frente al drama de la soberanía nacional? ¿Dónde están Wellinton Arnaud, Carolina Mejía, o cualquier figura que pretenda heredar el liderazgo del PRM?.
Pero no solo en el oficialismo reina el mutismo. ¿Dónde están Leonel Fernández y su Fuerza del Pueblo, cuya voz internacional siempre encuentra eco cuando le conviene, pero ahora prefiere mirar hacia otro lado? ¿Dónde están los jóvenes de la FP como Omar Fernández, que se autoproclaman “nueva política”? ¿Dónde está Abel Martínez, cuya retórica patriótica parece haber quedado en la campaña pasada?
¿Y la izquierda dominicana? ¿Qué dicen los partidos alternativos? ¿Qué opina Guillermo Moreno, siempre tan celoso defensor de los derechos constitucionales, cuando la Patria está en juego?.
Este es un momento definitorio. No hablamos de marketing, de alianzas electorales ni de cálculos políticos. Hablamos de patria. De territorio. De salud pública. De seguridad. De orden. De identidad. Mientras el presidente Luis Abinader —con todas las limitaciones de un contexto internacional hostil— ha dado la cara y ha empezado a tomar medidas, los llamados “líderes del futuro” han optado por el mutismo táctico, la indiferencia, o el más vergonzoso oportunismo.
El mundo está actuando con firmeza. Estados Unidos, Francia, Canadá, España, incluso naciones africanas, están deportando en masa a los ilegales.
Por: Emmanuel Pimentel
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