Santo Domingo.-La Procuraduría General de la República (PGR) se convirtió este viernes en un escenario vibrante de música, color y espíritu navideño.

Desde temprano, un coro acompañado de villancicos y ritmos tradicionales dominicanos recorrió los pasillos del edificio, llevando alegría a cada oficina y contagiando el entusiasmo propio de la temporada.

Lo que suele ser un espacio solemne y marcado por trámites judiciales, tomó un giro festivo. Empleados dejaron sus escritorios para unirse al canto, bailar y formar parte de una celebración que llenó de vida todos los niveles de la institución.

La parranda inició al ritmo de merengues navideños y, a medida que avanzaba, la algarabía crecía. Las sonrisas se multiplicaron y el ambiente adquirió un calor humano poco común en una entidad donde predomina el rigor del trabajo diario.

La fiesta continuó por las áreas administrativas y llegó hasta la Procuraduría Especializada de Persecución de la Corrupción Administrativa (PEPCA), donde también fue recibida con entusiasmo.

Luego, la música alcanzó la antesala del despacho de la procuradora general, Yeni Berenice Reynoso, integrándose al ambiente festivo de la jornada.

En el primer nivel, los visitantes se toparon con un monumental árbol de Navidad instalado por la Suprema Corte de Justicia (SCJ), valorado en casi cuatro millones de pesos, convertido ya en punto obligado para fotos y admiración.

Este viernes, la PGR mostró su rostro más humano, recordando que, incluso en los pasillos de la justicia, la Navidad tiene la capacidad de unir, alegrar y renovar esperanzas.