En Dajabón, el señor Burgos Martínez fue atacado a puñaladas por su hijo, un joven de 25 años de edad. Martínez fue víctima de 15 puñaladas de parte de alguien a quien él le dio la vida.

La víctima dice que había puesto una querella el pasado año contra su hijo, luego de que el joven lo agrediera a machetazos, pero las autoridades de la localidad no hicieron nada contra el agresor.

“Yo le hago un llamado a la fiscalía y a la Policía Nacional que vayan agarrarlo que está en la esquina y que lo tranquen porque si salgo para fuera y me mata los responsables van hacer ellos”, dijo el hombre, que ha sobrevivido por un milagro de Dios, y que ahora está herido física y anímicamente por un hecho tan doloroso como ver a tu propio hijo cogerla contra ti de manera fiera y despiadada.

Todavía no habíamos salido del espanto de tan abominable y horrendo hecho, cuando los medios de comunicación nos traen la terrible noticia del asesinato de una mujer, en tan aterradoras circunstancias que me parece nos transportamos al medioevo.

Según la noticia, un sujeto llamado Endri Rigoberto Alonzo Pérez, conocido con el sobrenombre de “Ñeco”, mató a picazo a su cuñada Daniela Elías Sandoval, de sólo 18 años de edad.

Tan espantoso es el mismo asesinato, con un pico, como el móvil que rodea al mismo: el verdugo, quien se entregó a la Policía, buscó como justificación una supuesta hechicería que le estaba haciendo la víctima. Lo que tenemos aquí es una escandalosa pieza de primitivismo de las más bárbaro de la era de la caverna.

Que lamentable que la población dominicana, conocida por su amabilidad, por su comportamiento pacífico, tenga que convivir con semejantes monstruos. Lo preocupante es que monstruos como el Ñeco se están multiplicando por doquier, como si estuviésemos en unos de los filmes de terror de esos que proyectó el director italiano Darío Argento.

Como si se tratara de seguir la misma temática, con guiones terrorífico para espantar a la sociedad nuestra, en Cabral, Barahona, se reporta la muerte de un adolescente tras ser golpeado en pleno liceo Carmen Marte.

La señora Nelly Félix se levantó temprano y le preparó el desayuno a su hijo Dawel Cuevas Félix y lo despidió en la puerta cuando iba para la escuela, donde se supone se va a aprender para vivir en un mundo civilizado. Luego recibió la noticia de que su hijo había sido transportado de urgencia al hospital por los golpes que le dieron supuestamente unos compañeros en el liceo, que le provocaría la muerte cinco días después.

Otro hecho destacable en esta lamentable ola de violencia, es la muerte Wendel Almonte Veloz, de 28 años, hijo del comunicador Alejandro Almonte, quien fue perseguido y baleado en la avenida Charles de Gaulles por un sujeto que después se supo que era un sargento de la Policía Nacional.

Almonte era un muchacho sano, trabajador, estudioso, que había sido criado pro su padre dentro de un ambiente de respeto, para que viva en una sociedad civilizada.

Por: Jerez Wisky

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