Esta semana tuve la particular experiencia de trasladarme a Palau, en el océano Pacífico, en representación del presidente Luis Abinader y del gobierno de la República Dominicana, para debatir y llegar a consensos necesarios sobre el efecto del cambio climático y los plásticos en nuestros océanos, en el marco de la Séptima Conferencia sobre Nuestros Océanos, auspiciada por la República de Palau y Estados Unidos.
Como he sostenido en días recientes, la presencia de República Dominicana en esta cumbre sobre los océanos es una continuación de la posición asumida por el país en la COP26, en donde asumimos el liderazgo de las islas del Caribe, bajo un principio elemental: somos sensiblemente afectados por los efectos del cambio climático y por la contaminación del plástico, y por lo tanto, tenemos que hacer valer la voz de nuestro país y fijar posición común con los pequeños estados insulares, como el nuestro.
Con esa misión fuimos hasta Palau, enfocados en reivindicar y rescatar la biodiversidad marina de la República Dominicana, por nuestras costas, nuestra gente y por las presentes y futuras generaciones, logrando posicionar nuestro relato e ideas, ante el pleno de la conferencia pero también con diversos líderes, como el presidente de la República de Palau; el Enviado Especial para la Acción Climática de los Estados Unidos de América, y con diferentes Ministros de Medio Ambiente de otras naciones que fueron parte del evento.
Esta séptima conferencia llega en un momento clave para el mundo: el tiempo se agota para revertir los efectos transversales del ser humano en el medio ambiente, llevando al límite la disponibilidad de los recursos naturales y erosionando los ecosistemas. El peligro de la biodiversidad marina es un ejemplo de esto, por lo que estamos llamados a unir criterios y esfuerzos para revertir un escenario donde la salud de los océanos está lejos de ser el ideal.
Más de 75 delegaciones y 100 organizaciones de la sociedad civil se hicieron parte de este evento de alcance global. Estar presentes era imprescindible, para decir a viva voz: hoy es el momento, mañana será muy tarde.
Palau, el primer estado insular en organizar una conferencia de este tipo, es la oportunidad precisa para discutir mecanismos conjuntos para erradicar el plástico de los océanos y proteger la biodiversidad marina, y por supuesto, hacer un uso más sostenible del carbono azul. Siempre lo he dicho y es oportuno reiterarlo, República Dominicana forma parte de la isla La Hispaniola. Estamos rodeados de mar. No podemos vivir de espaldas al mar, y vale recalcarlo, considerando la transición ecológica que estamos atravesando, buscando siempre una República Dominicana verde, sostenible y de futuro.