Con el pasar del tiempo y la fluida migración haitiana hacia el país, una nueva clase de marchantas se ve en barrios y calles del Gran Santo Domingo a toda hora. Mujeres con poncheras en la cabeza ofrecen una diversidad de artículos para uso personal como tenis, panties, chancletas, pantaloncillos, medias, franelas, jabones, cremas, vestidos, perfumes, entre otros.