En la República Dominicana, como en cualquier sociedad, el relevo generacional es un proceso natural e inevitable. Nacemos, crecemos, nos desarrollamos y, con el tiempo, damos paso a nuevas generaciones. En la política, este fenómeno también ocurre, pero en los últimos años ha tomado un matiz particular: la promoción y el posicionamiento de nuevos liderazgos con una intención que va más allá del simple relevo natural.Desde hace un tiempo, hemos visto cómo diferentes actores han impulsado figuras emergentes dentro de las organizaciones políticas, muchas veces sin un historial de trabajo significativo o una trayectoria que los respalde.
Este fenómeno, que en apariencia puede parecer una apertura democrática o una evolución política, en realidad esconde una estrategia bien calculada.¿Quién está detrás de esta estrategia y qué buscan?Detrás de la promoción de estos nuevos liderazgos hay grupos de poder que buscan reconfigurar el escenario político a su favor.
En muchos casos, estos esfuerzos no tienen como objetivo fortalecer la democracia ni renovar la política con ideas frescas y comprometidas, sino más bien desplazar a figuras tradicionales que han acumulado experiencia, liderazgo y un legado de servicio.Estos grupos, que pueden incluir sectores económicos, mediáticos e incluso actores políticos con intereses particulares, utilizan la estrategia de resaltar y posicionar nuevas caras en la opinión pública con el fin de:1.
Crear una competencia artificial: Al impulsar líderes emergentes sin una trayectoria consolidada, generan un escenario donde los políticos tradicionales deben compartir espacio con figuras que han sido posicionadas mediáticamente, más que por méritos, por intereses estratégicos. 2. Opacar a los veteranos de la política: En lugar de fortalecer a las figuras con experiencia, buscan restarles relevancia y desplazar su influencia dentro de las estructuras partidarias y en la mente del electorado.3.
Manipular la percepción pública: A través de estrategias de comunicación, redes sociales, medios de comunicación, encuestas crean una imagen de renovación que, en muchos casos, no responde a una verdadera transformación política, sino a un simple cambio de caras con el mismo fondo.4. Dividir y debilitar a los partidos: Al introducir nuevas figuras en competencia con los líderes tradicionales, logran fragmentar el liderazgo dentro de las organizaciones políticas, debilitando su cohesión interna.5. La sentencia TC/0788/24 del Tribunal Constitucional: En su artículo 156.
Atentamente,
Ruddy Pérez