El ministro de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Bautista Rojas Gómez, prohibió la extracción de agregados para la construcción y también tala de árboles, mientras permanezca la sequía que afecta al territorio nacional, una medida que debió aplicarse con mayor antelación pero que ahora debe cumplirse cabalmente.
Desde tiempos inmemoriales, las autoridades permiten o toleran la degradación de ríos por granceras que extraen de sus cauces sin ningún control toneladas de arena, grava y gravilla, o de personas físicas y jurídicas que desmontan las cuencas altas donde nacen esos caudales.
A la vista de moros y cristianos transitan cotidianamente por carreteras y autovías, decenas de camiones de volteo cargados de agregados de construcción que fueron extraídos de cuencas pluviales a ojos y narices de propias autoridades.
Hace tiempo que el país padece una cruenta sequía que ha disminuido el nivel de agua en los embalses, por lo que las autoridades racionan el uso del líquido para cultivo y consumo humano, pero aun así se mantuvo la insana práctica de extraer agregados de construcción en cauces de ríos moribundos.
A causa de esa sequía estacionaria, el ministro Rojas Gómez ha dispuesto prohibir no solo la extracción ilegal de materiales de construcción y tala de árboles, sino también las que se realizan bajo control de las autoridades en el manejo de fincas forestales.
En cuanto a las denuncias sobre degradación de cuencas acuíferas, Medio Ambiente afirma que muchas de esas extracciones se realizan para canalizar algunos ríos y controlar posibles inundaciones, aunque nunca se identifican esos cauces ni las empresas autorizadas a ejecutar su explotación controlada.
No se entienden las razones por las cuales las autoridades no obligan a las empresas industriales o comercializadoras de materiales de construcción a explotar las decenas de minas secas y darles un respiro a los ríos y arroyos, algunos de cuyos cauces han sido degradados de tal manera que el daño causado es irreversible.
De todas maneras se asume como buena la iniciativa anunciada por el Ministerio de Medio Ambiente, de prohibir de manera provisional la extracción de agregados de construcción de los cauces acuíferos, así como la tala de árboles. Ojalá y así sea.