La Asamblea de las Naciones (ONU) sirvió de escenario para poner de manifiesto la buena sintonía que ha existido entre el presidente Luis Abinader y el canciller estadounidense Marco Rubio sobre las relaciones bilaterales, la crisis haitiana y los desafíos de la región.
Abinader coincidió con Rubio en la solicitud al Consejo de Seguridad de la ONU de desplegar una misión más robusta, tras la salida a partir del 7 de octubre de los soldados liderados por Kenia, para abordar la inseguridad y la violencia en Haití.
Washington no solo ha propuesto desplegar una nueva misión en la vecina nación, sino que dice estar dispuesto a integrarla con un batallón de 5,500 soldados, además de los equipos necesarios para terminar con el pandillerismo que hoy prácticamente controla el territorio. Pero Abinader y Rubio no limitaron su encuentro al grave problema haitiano, sino que abordaron desafíos como el del narcotráfico y la inseguridad en la región.
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Estados Unidos ha reconocido en República Dominicana como uno de los países que más ha cooperado en la persecución del narcotráfico en la región. Pero señala que la sintonía entre Abinader y el canciller estadounidense no se traduce en subordinación de este país a los designios de Washington. Con el salvavidas de Washington a Argentina para superar la crisis económica que golpeaba a la nación suramericana es importante contar con buenos amigos en la Casa Blanca. Rubio parece que lo es de República Dominicana.