Editorial

Orejú

Orejú

De nuevo, el Gobierno de Estados Unidos coloca a República Dominicana entre los países productores o de tránsito de drogas ilícitas cuya situación afecta significativamente a esa nación, sobre la cual sus autoridades ocultan que figura como la mayor consumidora de sustancias controladas.

De la lista de países enviada al Congreso por el presidente Barack Obama, Venezuela, Bolivia y Birmania figuran como que no cumplieron con sus compromisos de impedir o reducir la producción o tráfico de drogas, sin que Washington se acuse a si mismo por incurrir en negligencia al no evitar el ingreso de estupefacientes a su territorio.

Llama la atención que de las veintidós naciones que figuran en ese inventario, 18 pertenecen a América Latina y el Caribe, a cuyos gobiernos se pretende atribuir responsabilidad exclusiva por el auge de una industria criminal que financieramente se sostiene con el mercado estadounidense.

Bolivia, Perú, Colombia, Ecuador, Venezuela y Belice integran el cordón sudamericano de producción y exportación de cocaína, mientras que Costa Rica, Nicaragua, Panamá, El Salvador, Guatemala, Honduras, Jamaica, Bahamas, Haití y República Dominicana, conforman la zona centroamericana y del Caribe usada para el trasbordo de drogas.

En ese informe, la Casa Blanca elogia lo que define como “innovadores esfuerzos” del Gobierno de México, al excarcelar a delincuentes no violentos relacionados con el consumo de drogas para someterlos a tratamiento, sin mencionar la fuga del narcotraficante Chapo Guzmán y la desaparición de 43 estudiantes normalistas.

Resulta una insensatez que Santo Domingo sea incluida pura y simplemente en esa nefasta lista, sin señalar que la mayoría de los narcotraficantes extraditados a Estados Unidos han sido tratados con extrema benignidad por la fiscalía y la justicia de ese país.

Uno de esos narcos, que confesó ingresó a Estados Unidos 54 mil kilos de cocaína, recibió una pena de nueve años de prisión, al término de la cual fue retornado al país, mientras otros recibieron trató de “simple político” y hoy procuran que la Justicia dominicana les retornes sus fortunas ilícitas.

El Gobierno Estados Unidos incurre en doble moral, al enviar al Congreso una lista de países que define como grandes productores o lugares de tránsito para el envió de drogas a esa nación, sin admitir que nada ha hecho para reducir el consumo entre su población, ni para impedir el ingreso de cargamentos de estupefacientes a su territorio.

El Nacional

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