En torno a la causa del apagón general ocurrido el sábado en la noche surge una contradicción entre la Corporación de Empresas Eléctricas Estatales y la generadora Itabo, que niega que la interrupción se produjera por una explosión y posterior incendio en una subestación que ocasionó la salida de dos de sus plantas, como afirma la CDEEE.
El vicepresidente del consorcio eléctrico estatal, Rubén Jiménez Bichara, dijo que la salida de los generadores Itabo I y II provocó que cayeran las demás unidades del Sistema Eléctrico Interconectado, debido a que esa subestación no cuenta con protección para aislarla en caso de avería.
Como si fuera poco, la CDEEE dijo que el incidente en Itabo se produjo por la contaminación y falta de mantenimiento de ese parque, regentado por la Empresa Generadora de Electricidad (EGE-Itabo), que negó que confronte retraso en su calendario de mantenimiento.
Los ejecutivos de EGE-Itabo sostienen que una falla detectada en su generador “Itabo Gas” no debe ser causa para que se produjera el apagón general del sábado, por lo que sugiere esperar los resultados de una investigación que realiza el Comité de Análisis del Organismo Coordinador del sistema eléctrico.
La CDEEE y las empresas generadoras están compelidas a ofrecer a la ciudadana los resultados de un informe técnico confiable que identifique con absoluta precisión las causas de ese “blackout”, que se prolongó por varias horas, un evento que no había ocurrido desde 2012, cuando se produjo un apagón general provocado por la tormenta Sandy.
Aunque Jiménez Bichara ha descartado que el motivo del apagón haya sido la falta de pago del Gobierno a las empresas generadoras, todo quedaría esclarecido si las partes concilian un informe que determine las causas reales de ese fatídico evento, además de que ofrezcan seguridades de que no se repetiría por falta de mantenimiento u otras impresiones técnicas.
Resulta incomprensible que la CDEEE informe que el apagón general fue causado por la contaminación y falta de mantenimiento en la subestación Itabo, mientras la empresa sostiene que sus plantas Quisqueya I, Quisqueya II y Haina Turbo Gas, no estuvieron vinculadas al percance y que no hubo explosión alguna en sus instalaciones.
Es claro que esa disparidad no puede quedarse en el tintero ni a la discreción de quienes la sostienen, por lo que se requiere que CDEEE y los organismos de fiscalización del sector eléctrico arrojen luz sobre un extraño y hasta ahora inexplicable incidente.