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Padre Alberto: «Debajo de la sotana hay pantalones”

Padre Alberto: «Debajo de la sotana hay pantalones”

MIAMI.- Vestido de sacerdote y exhibiendo una espontánea seguridad en sí mismo, el padre Alberto Cutié reconoció el viernes en una entrevista televisiva y con The Miami Herald que está enamorado de la mujer con la que fue fotografiado acariciándose y no descarta casarse con ella.

«Puedo decir que es una mujer a quien yo quiero… desde que la vi supe que me gustaba», dijo Cutié en una entrevista con la periodista Teresa Rodríguez del programa Aquí y Ahora de Univisión. «Nunca voy a pedir perdón por amar a una mujer», agregó.

En cuanto al matrimonio dijo que no se apresuraría, pero agregó que quiere ‘‘tener una familia y al mismo tiempo servir a Dios», una posibilidad que es viable en otras iglesias como la Episcopal y Bautista.

«No puedes ser un sacerdote casado en la Iglesia Católica Romana. Tengo amigos –obispos episcopales, bautistas, amigos en la Sociedad Americana de la Biblia– y ellos me han mostrado que es posible hacer ambas cosas», dijo a The Miami Herald.

Cutié se negó a dar el nombre de su compañera «por privacidad y respeto» pero se refirió al acoso periodístico al que fue sometida el jueves Ruhama Canellis, una masajista terapéutica de Miami Beach a quien algunos medios identificaron como su novia.

En varias oportunidades Cutié afirmó que la vida religiosa no suprimió su condición de hombre.

«¿Que me siento mal? ¿Horrible? No, nunca dejé de ser hombre por ponerme una sotana y debajo de la sotana hay pantalones, siempre he sido hombre», explicó el sacerdote de 40 años.

A la pregunta de por qué, siendo un personaje ampliamente conocido y popular, se expuso a ser descubierto de esa manera, el apuesto presbítero respondió que ese tipo de sentimientos no se pueden someter a un plan.

«En realidad uno no planifica el amor, el amor es espontáneo, y si yo hubiera planificado esto, no lo hubiera hecho de esta manera», dijo.

Agregó que no le importaba que las cámaras y los periodistas lo estuvieran persiguiendo, sino la mirada de Dios. «Yo sabía que Dios me estaba mirando», afirmó. «La institución, la Iglesia, es otra cosa, la gente, hay muchos jueces que agarran su martillito y empiezan a dar golpes, pero a mí lo que me preocupa es lo que piensa Dios».

Cutié dijo que conoció a la mujer hace casi 10 años y desde entonces le gustó pero por respeto no se lo confesó.

Explicó que las fotografías fueron tomadas en febrero pasado en una playa del norte de Miami que estaba desolada y durante un día en el que hacía mucho frío.

«El lugar estaba vacío y yo dije, no vamos a tener problemas», relató.

Pero los problemas comenzaron cuando escuchó decir a un hombre salvavidas ‘‘padre Alberto» mientras hacía una llamada por un teléfono celular desde su posta de observación. No le prestó atención, pero a los pocos minutos, aparecieron las cámaras.

«¿Estás enamorado?», le preguntó Rodríguez.

«Yo la quiero, no hay duda de eso, y no me hubiera expuesto a la situación que ustedes vieron en las famosas fotos, si no la quisiera», indicó.

Según el padre, que fue removido de la parroquia de San Francisco de Sales de Miami Beach, una de las razones principales por la cual vaciló en presentar su dilema oportunamente ante sus superiores en la Iglesia fue el fuerte compromiso que tenía con la gente como religioso.

«Uno se da cuenta que, a pesar de que uno esté en una situación irregular, inmoral, uno siente un gran sentido de obligación con las personas que trabajan contigo, con tu familia, con la Iglesia», dijo. «Yo traté con todo mi corazón de ser fiel a Cristo… pero fallé».

El Nacional

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