En consonancia con la expresión aquella de que la vida sigue su agitado curso, el presidente Luis Abinader brindó un almuerzo en el Palacio Nacional a representantes de 23 partidos minoritarios, muchos de los cuales fueron cancelados de las funciones públicas que ocupaban en la administración pública, durante los primeros días de su gestión.

Dicen que fue un encuentro muy cordial, durante el cual el anfitrión y los invitados hablaron del coronavirus y de la propuesta presidencial de reducir a la mitad el subsidio oficial a los partidos.

Llama la atención que esa convocatoria al Foro Permanente de Partidos Políticos (Fopppredom) no fue anunciada con antelación ni convocado a los periodistas, por lo que no tendría sentido tanto secreto o discreción para solo tratar asuntos pandémicos y de recorte a los fondos partidarios.

Es obvio que alguna queja ha debido aflorar en ese almuerzo por los que fueron cesanteados y que además se procura reducir a sus partidos el dinerito que viene del Estado.

Ese encuentro coincide con los aprestos que se escenifican en el Senado para la escogencia de los nuevos miembros de la Junta Central Electoral (JCE), pero lo que se ha dicho es que solo se habló de coronavirus y subsidio. José Francisco Peña Guaba, del Bloque Institucional Social Demócrata, se encargó al final de precisar que no es lo mismo reducir a la mitad 20 millones que 400 mil pesos, en alusión a la diferencia de lo que reciben los partidos grandes frente a los pequeños.