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Partos haitianas

Partos haitianas

La deportación de mujeres embarazadas y lactantes identificadas en los hospitales públicos es un acto de inhumanidad absoluta, una violencia que clama al cielo y que ha provocado el repudio tanto de amplios sectores de la población como de organismos internacionales, incluyendo la ONU y el Vaticano.

La presencia de oficiales de Migración en los hospitales se convierte en una barrera insalvable para aquellas mujeres que necesitan atención médica urgente, con consecuencias devastadoras: muertes evitables, agravamiento de condiciones de salud, y el riesgo de que se genere una crisis sanitaria que afecte a toda la población.

El argumento que las autoridades esgrimen para justificar esta práctica es que los partos representan un costo insoportable para el país. Pero las cifras oficiales desmienten esta falacia.

Según las tarifas de las aseguradoras, el costo promedio de un parto, tanto en el sector público como en el privado, oscila entre 37 mil y 64 mil pesos, con un promedio de 51 mil pesos.

Si tomamos en cuenta que se registran aproximadamente 35 mil partos de mujeres haitianas al año, esto supone un gasto total de 1,785 millones de pesos, un monto que representa solo el 1.3% del presupuesto nacional para salud en 2025 (RD$137,862.6 millones).

¿Realmente es este gasto una carga insoportable para el país? Los números demuestran que no.

Algunos proponen cobrar por estos servicios, pero la realidad es que, en los hospitales, ni siquiera se sabe cuánto ni cómo deberían cobrar.

Además, imponer tarifas a inmigrantes en situación irregular entraña graves contradicciones legales y jurídicas, y abre una caja de pandora llena de problemas económicos, sociales y sanitarios.

Si el gobierno decidiera cobrar a los inmigrantes sin documentos, estaría reconociéndolos dentro del sistema legal del país, ya que, para que exista un contrato de servicios, ambas partes deben tener capacidad jurídica.

Para poner en perspectiva el tamaño del gasto en partos, basta comparar: el gobierno destinó hoy 1,500 millones de pesos para «celebrar» el Día de las Madres, una cifra que equivale casi al total del gasto en partos haitianos durante todo un año.

La gran mayoría de estas mujeres embarazadas no vienen de Haití, sino que viven aquí en el país, y es cruel e inhumano exponerlas a elegir entre recibir atención médica y de inmediato ser deportada o permanecer en las sombras, ocultas, arriesgando su vida y la de sus hijos, por temor a ser expulsadas.