La misión técnica del Fondo Monetario Internacional (FMI) que visitó Santo Domingo del 10 al 20 de noviembre, concluyó en señalar que la dominicana se mantiene como una de las economías más dinámicas de la región con crecimiento de su Producto Interno Bruto (PIB) promediando un 7%.
A más de ese buen diagnóstico, el FMI expresa que el impulso al crecimiento en 2016 “sigue siendo robusto y la visión del panorama macroeconómico es favorable”, con proyección a que la economía se expanda en rango de 6.5% a 7%, motorizada por la recuperación del empleo y las condiciones externas favorables.
La misión del Fondo proyecta que ese crecimiento bajará gradualmente hasta situarse en rango de 4.5 a 5%, pero también vaticina que el déficit de la cuenta corriente de la balanza de pagos se reduciría hasta aproximadamente un 2% del PIB, el nivel más bajo en la última década.
Los comisionados del FMI resaltan que el crecimiento del sector turismo, el aumento gradual de las reservas internacionales y la baja en el precio del petróleo, ayudan a reducir el déficit de la cuenta corriente y a estabilizar el tipo de cambio real.
Aunque expresó beneplácito por el continuo compromiso de las autoridades con la disciplina fiscal, el Fondo advirtió que los déficits consolidados del sector público, incluidos los del sector eléctrico y del Banco Central, se proyectan en alrededor de un 5% del PIB en el mediano plazo, por lo que la deuda pública consolidada alcanzaría en 2015 el 50% del PIB y para 2020 un 54%.
Se resalta el pedido de esa comisión para que el Gobierno tome nota del alto nivel de endeudamiento y procure revertir su trayectoria ascendente, para lo cual debe aprovechar lo que define como condiciones cíclicas favorables. Una dosis similar recomienda para prevenir presiones inflacionarias.
Satisface saber que conforme al diagnóstico levantado por la misión técnica del FMI, el sector financiero permanece saludable, con los bancos mostrando una sana capitalización, rentabilidad y calidad de activos, aunque aconsejó monitorear el rápido crecimiento del crédito en algunos sectores, así como mejorar la supervisión a entidades no bancarias que sirven a grupos vulnerables.
Como ha sido su constante, el FMI reclama al Gobierno encarar la crisis del subsector eléctrico, promover un mejor clima de inversión y flexibilidad en el mercado laboral. No hay dudas de que la economía dominicana, en términos generales, pasó la prueba.