En nuestro más reciente artículo bajo el título «Pastores sin Dios», expusimos algunas de las dificultades por la que algunos desaprensivos han pretendido sumergir el evangelio de Cristo.
Esto a propósito de lo que en varios medios ha estado saliendo, dejando al descubierto bochornosos actos que ciertos personeros con vestiduras de “pastores” han protagonizado, pretendiendo con esto manchar el buen nombre de la iglesia.Debemos recordar lo que Jesús en Mateo 7:15 estableció: “Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces.
Por sus frutos los conoceréis”, y más adelante, el evangelista Lucas en el libro de los Hechos 20:28 cuando refiriéndose a los verdaderos Pastores dijo: “Tened cuidado de vosotros y de toda la grey, en medio de la cual el Espíritu Santo os ha hecho obispos para pastorear la iglesia de Dios, la cual El compró con su propia sangre”.
Los verdaderos Pastores, pertenecen a Concilios y se dejan guiar por sus superiores a través de una constante vigilancia.
Son genuinos representantes de un tipo de mensaje que en nada se asemeja a lo que los pastores sin Dios predican; estos segundos enseñan un evangelio mecánico, vacío.Los Pastores de Dios son disciplinados, actúan bajo los preceptos doctrinales y éticos de quienes en los estamentos superiores rigen esas iglesias y bajo exclusivos mandatos de lo que establece la misma Biblia.
Estos practican un evangelio no apegado a lo material, sino a lo que dicta la palabra de Dios y los estatutos de esos Concilios, guardando con esto una diferencia abismal de aquellos que sí llegan al evangelio para traficar relaciones, engordar sus arcas personales y las de los que les rodean y cometer todo acto contrario a las leyes divina. ¡Qué pena…..!