PEDERNALES.- La construcción de la zona turística de Cabo Rojo ha despertado el interés de residentes e inversionistas que antes se mostraban tímidos ante la limitada demanda de servicios. Hoy, la realidad es distinta: el creciente flujo de turistas y visitantes ha dinamizado la economía local y proyecta un futuro prometedor para la provincia.
En los últimos tres años, la inversión en hotelería, restaurantes, viviendas de alquiler y servicios complementarios se ha convertido en un motor de desarrollo para Pedernales. El avance se refleja en la apertura de complejos hoteleros, centros comerciales, apartamentos tipo boutique, tiendas de insumos, espacios gastronómicos y de entretenimiento.
La fiebre inmobiliaria es tal que conseguir terrenos disponibles se ha vuelto difícil. Incluso en zonas de vocación agrícola, inversionistas han puesto la mirada para desarrollar proyectos de ecoturismo. Según arquitectos e ingenieros consultados, estos espacios resultan ideales para levantar cabañas de veraneo y alojamientos turísticos, lo que potenciaría tanto el ecoturismo como la conservación del ecosistema.
El interés ha trascendido lo local: empresarios hoteleros nacionales y extranjeros exploran la posibilidad de exhibir y construir complejos de cabañas en las montañas cercanas al nuevo destino de cruceros, ampliando así la oferta turística de Pedernales y consolidando su perfil como uno de los polos emergentes más importantes del país.