(I)
La periodística despabila como una profesión altamente comprometida con la colectividad, delicada, riesgosa y celosamente vigilada por los ciudadanos, que juzgan a sus integrantes con arreglos a sus comportamientos conductuales. Silba como un apostolado.
Alejado del costal agreste, chabacano o chantajista, y asido a un perfil cercano al sacerdotal, el periodista goza de credibilidad, respetabilidad y representatividad. Por sus atributos de concordancia, equilibrio y objetividad crítica, fue definido por el héroe nacional de Cuba José Martí (1853-1895) como un monarca y que -opino yo-, bajo ese blindaje aspire, sin cuestionamiento, a funciones públicas.
Buscando que pulverice tentativas inmoderadas e injustas, y que se duche y herrumbe por el ánfora de la honradez y la decencia, el sábado 16 de abril de 1994, una Asamblea General Extraordinaria del Colegio Dominicano de Periodistas (CDP) aprobó, por vez primera en la historia gremial, el Código de Ética del Periodista Dominicano, luego de la realización de talleres que impartimos en la capital, pueblos del Norte, el Este y el Sur; en Nueva York y Puerto Rico.
Ese año distribuimos mil ejemplares y en el 2002 tres mil de este documento educativo y normativo del ejercicio profesional, elaborado por quien escribe como presidente del Tribunal Disciplinario del CDP; Leopoldo Grullón, secretario, y Arelis Urbáez, miembro. Fueron impresos con la colaboración de la Universidad Dominicana 0&M y la Universidad Apec (Unapec). ¡Odre, la deontología!
Labore calificadamente para el solar privado, para el Estado (por carrera administrativa prolongada o el engranaje político a corto plazo), o para un tercer sector, el periodista está obligado a ceñirse a sus deberes, reglamentos y disposiciones, y también a exigir tolerancia en torno a sus creencias y opiniones.
Para facilitar su comprensión, ocho años después -2002- tuve a bien condensar los 55 artículos del Código de Etica del Periodista Dominicano en el Decálogo Periodístico, con estas prerrogativas:
1.- Defender el derecho universal de las personas a informar y ser debidamente informadas.
2.- Abogar por la facultad del público a tener acceso a una información objetiva, veraz y exacta.
3.- Propugnar por la democracia, la igualdad, la justicia social, la paz y el bienestar colectivo.
4.- Evitar incurrir en difamación e injuria, para proteger el honor de los seres humanos.
5.- Abstenerse de recibir estipendio para ocultar, distorsionar o privilegiar informaciones.
6.- Rectificar las informaciones falsas e inexactas, y respetar la propiedad intelectual.
7.- Guardar siempre estricto secreto profesional de sus fuentes de información.
8.- Velar por el respeto a sus opiniones y la profesionalización, a fin de que honre su labor y sirva mejor a la sociedad.
9.- Fomentar la fraternidad entre colegas, respetar su reputación y brindarles solidaridad.
10.- Actuar con rectitud en la empresa donde trabaja, y no desdeñar su buen nombre.