Cada empresa está en su derecho a procurar a la gente que le sustente en la promoción de sus actividades.
Y créanme que lo que voy a decir, no es por mí, sino por otros.
Tengo la suerte y la dicha de que me invitan a todo..
Lo que si veo preocupante es que a veces se le da preferencia a influencers, y figuras que activan en las redes sociales, a los que ya hasta les dan la condición de periodista.
Los acomodan en las primeras filas, mientras a periodistas de capa y espada, los confinan en un lugar lejano.
Y bajo ese criterio cometen toda suerte de tropelías, arrojando una mala sombra a la profesión, porque la gente a final de cuentas no hace distinciones.
En verdad os digo, sin interés alguno de atacar a la nueva gente que con el auge de las redes sociales se ha montado en la comunicación (son comunicadores, no periodistas).
No estoy yendo a ruedas de prensa que se llenan de los llamados influencers, mientras se atomiza y se envía a un plano secundario y hasta terciario a los de larga data y tradición.