Opinión Articulistas

Pido la palabra

Pido la palabra

“No estoy de acuerdo con usted, pero defiendo hasta la muerte el derecho que tiene de expresase”. Suscribo estas palabras atribuidas, sin confirmación histórica, al escritor, filósofo, ensayista y dramaturgo francés Voltaire.

Defiendo el derecho de todos los ciudadanos a expresarse libremente sin temor a represalia, persecución, encarcelamiento, tortura, exilio o muerte. Pero el derecho también tiene sus deberes, sus límites, como límites tiene la propia libertad.

Defiendo el derecho a la libre expresión y difusión del pensamiento de todos. La humanidad ha pagado un precio muy alto por alcanzar la libertad y la justicia. Como es bien sabido, los humanos no siempre hablaron, la voz no siempre existió. Durante millones de años el hombre no podía articular palabra alguna. Se comunicaba a través de signos, señas y aullidos que parecían no tener sentido. Fue la necesidad de comunicarse que, tras siglos de evolución, se desarrolló la faringe que le perdió articular palabras. Más adelante se crearon los alfabetos, los idiomas, las palabras, etc. La Torre de Babel no existió nunca, es una leyenda urbana, como dijera el escritor colombiano García Márquez, autor de la fantástica novela “Cien Años de Soledad”.

Ningún Dios le regaló la voz al hombre. La voz es el resultado de la evolución de millones de años. De igual modo, ningún gobierno le regaló el derecho a expresarse, más bien lo ganó durante grandes y duraderas batallas. La palabra escrita es resultado, pues, del desarrollo. Alcanzó su nivel de esplendor con el invento de la imprenta, con la filosofía, la poesía, la literatura, la novela, el periodismo, hasta llegar a la Internet, con sus redes sociales y sus plataformas digitales, la Inteligencia Artificial, etc., que han revolucionado el mundo de la comunicación. ¡Nunca en la historia, la humanidad estuvo más comunicada que ahora, su crecimiento y desarrollo han sido exponencial! ¡Sin duda!

Aunque parezca insólito, aunque sea una paradoja, de igual modo el hombre actúa como si estuviera ciego, sordo y mudo. Un científico dijo que la Inteligencia Artificial, junto con la robótica, sería el último error de la humanidad. Muchos se preguntan qué hará el mundo con tantos seres humanos que no necesita. (Pero bueno, ese es otro tema del cual podríamos hablar en otros trabajos).

Retomando el tema objeto de este artículo. La difusión del pensamiento es un derecho inalienable. Ese derecho no puede ser vulnerado, ni pisoteado. Ahora bien, quienes más debemos defenderlo y protegerlo, somos los periodistas y comunicadores. Vivimos de la palabra, de la voz. Esa palabra y esa voz, que tanto nos ha costado, no deben ser dañadas ni atropelladas por quienes las usan en periódicos, radio, televisión, redes o plataformas digitales.