En adición a la sucinta hoja de vida o currículo que hemos presentado para cumplir con los requisitos exigidos por la Constitución y la ley para ser miembro de la Cámara de Cuentas, debemos agregar que fuimos el primer Encargado del Departamento del Control Interno de la DGII.
Coordinamos la comisión de técnicos creada para tales fines; nos correspondió ser fundador de esa Institución creada en virtud de la Ley 166 de Julio 1997. Gran parte de nuestra impronta como mucha entereza profesional la dejamos ahí y con ello tal como reza la sabia expresión bíblica, por tus hechos te conoceréis.
Tenemos la voluntad, carácter y el conocimiento requerido producto de nuestra humilde formación gerencial, para asumir el gran reto de ser parte de este órgano colegiado que en los próximos días designará el Congreso Nacional y que deberá impulsar con sus acciones apegadas a la Constitución y la ley el trabajo que le corresponde, sobre todo el de buen hacer las cosas cuando el interés público está de por medio; es nuestro sagrado compromiso junto a los demás miembros de la nueva Cámara de Cuentas, agregar valor necesario para que se traduzca en dejar atrás las dudas existentes e inefectividad en la que a todas luces se encuentra esta Institución, llamada a ser el motor de la transparencia en la vida pública nacional, procurando eficiencia del gasto público e inversión, economía, ahorro público, contribuyendo a fortalecer los controles internos del quehacer público, para que esto se traduzca en una democracia útil al dominicano y se pueda alcanzar el desarrollo sostenible que anhelamos.
Debe ser esta la nueva Cámara de Cuentas, protectora de los recursos públicos y casa de cristal como parte de su misión, visión, principios y valores que definen su accionar estratégico.
Sobre el plan de trabajo debe corresponder implementarse en el corto y mediano plazo, la nueva Cámara de Cuentas que surja de este proceso de elección le corresponderá poner a prueba todas sus unidades ejecutoras y de apoyo, concentrándose en su objetivo inmediato, que es practicar técnicas modernas de administración o de gerencia imprescindibles para el logro de sus objetivos y metas, fiscalizando y auditando las instituciones que manejan fondos públicos, sobre todo cuyo resultado sean informes de auditorías con calidad y utilidad.
La Cámara de Cuentas debe abrasarse a las nuevas tecnologías de la información como herramientas de trabajo que simplifiquen su trabajo y le permita tener informaciones en líneas vitales previa a cualquier investigación de campo.
Por: José Aníbal Guzmán José