Aunque se diseñó una Estrategia Nacional de Desarrollo que supone planificar todas las obras de infraestructura y las políticas públicas básicas por los próximos 30 años, improvisar ha sido una impronta en los gobiernos que prefieren beneficios políticos que aportan iniciativas coyunturales divorciadas de los programas de largo plazo.
Son muchas las obras públicas construidas con millonarias inversiones que al poco tiempo resultan insuficientes o cumplen su cometido, porque nunca fueron indexadas con una estrategia global de desarrollo, sino que han sido fruto de caprichos de gobernantes de turno o de contubernios clientelares.
Es por eso que se saluda el anuncio del Gobierno de que se propone planificar las obras que se iniciarán o concluirán durante los próximos dos años, lo que ayudaría a un mejor uso de los dineros públicos basado en prioridad y posibilidad de concluir esos proyectos.
Después de promulgada la Ley de Estrategia Nacional de Desarrollo, ningún gobierno puede alegar ignorancia en torno a los proyectos de infraestructura física de largo alcance que le corresponde iniciar durante su periodo, como serían presas, plantas de generación eléctrica, autopistas troncales y otras construcciones.
Los proyectos de largo plazo están contenidos en esa ley de planificación, tanto en la fecha probable de inicio como en la de su término, por lo que ninguna administración del Poder Ejecutivo dispone de espacio, tiempo o dinero para la improvisación o el derroche.
El presidente Danilo Medina está en deber de informar a la nación el conjunto de obras que su gobierno se propone concluir durante los dos años que le restan, así como precisar fuentes de financiamiento y razonamientos de prioridad, racionalidad y provecho.
Ninguna construcción publica, por reclamada que sea, puede ser producto del capricho de un funcionario, de conveniencias electorales, económicas o por presiones de grupos de poder, porque todo cuanto se haga o se deje de hacer ha de estar cónsono con la Estrategia Nacional de Desarrollo.
El ministro Gonzalo Castillo ha enumerado un conjunto de obras a construir en lo que resta de gobierno, por valor de miles de millones de pesos, en su mayoría autopistas, puentes y carreteras. La sociedad estará bien pendiente para que todos esos proyectos se concluyan en el tiempo indicado.