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Políticos cool e influencers

Políticos cool e influencers

José Antonio Aybar

En cada campaña electoral hay candidatos que parecen tenerlo todo, buena imagen, discurso moderno, y una habilidad notable para manejarse frente a las cámaras.

Son los llamados «políticos cool», los que conectan con cierta parte del electorado por su estilo fresco y cercano. Sin embargo, no todo lo que brilla en redes sociales se traduce en votos reales.

Uno de los errores más evidentes, y cada vez más comunes en la política actual, es la excesiva confianza en los influencers como herramienta de campaña. Muchos de ellos acumulan seguidores en redes sociales, pero carecen de conexión real con los votantes que finalmente deciden una elección.

Las elecciones, al final del día, no se ganan con “likes” ni con tendencias pasajeras, sino con propuestas claras, cercanía con la gente y credibilidad. Un ejemplo cercano lo encontramos en la campaña presidencial del 2020, cuando el candidato del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), Gonzalo Castillo, logró sumar a su alrededor a buena parte de los influencers más reconocidos del país.

La apuesta era clara: conquistar simpatías a través de la popularidad digital. Sin embargo, los resultados terminaron demostrando lo contrario. Los millones de vistas no se tradujeron en votos. La brecha entre la percepción digital y la realidad electoral fue evidente.

El problema de fondo es que los seguidores de muchos influencers suelen ser jóvenes desconectados de la política, usuarios que buscan entretenimiento y no necesariamente están inscritos para votar, o incluso personas que ni siquiera residen en el país.

Los candidatos que no lo comprendan seguirán cayendo en la trampa de la burbuja digital: mucho ruido en redes, pero pocos resultados en las urnas.

Se toman fotos, hacen videos virales, lanzan frases ingeniosas, pero sus seguidores suelen ser jóvenes sin interés por la política.

Aquí aparece la gran incongruencia. ¿Para qué gastar tiempo, dinero y energía en figuras que no hablan el idioma del votante duro? Ese votante que va siempre a las urnas, que se interesa por la política tradicional, que no necesita filtros ni bailes en TikTok para decidir su voto.

En muchos casos, estos influencers terminan alejando al candidato de sus bases reales y generando desconfianza entre quienes ven la política como algo serio. Los votos siguen estando en la gente que no tiene tiempo para ver Reels, pero sí para ir a votar. Porque al final, el algoritmo no elige presidentes. El pueblo, sí.