Ahora que el estadounidense Centro de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) recomienda a las mujeres embarazadas no viajar a 14 países donde se registran contagios del virus zika, es que podría entenderse la imperiosa necesidad de impedir que esa enfermedad ingrese o se expanda en República Dominicana.
En el ámbito médico se registra una creciente sospecha de que hay un vínculo entre ese virus transmitido por el mosquito Aedes aegypti con un inusualmente incremento de casos de niños nacidos con microcefalia en Brasil.
Es por eso que la agencia de control de enfermedades de Estados Unidos ha puesto reparos a la visita de mujeres embarazadas a más de una docena de países de Latinoamérica, que no incluye al territorio dominicano, pero sí al vecino Haití.
La advertencia de la ministra de Salud, Altagracia Guzmán Marcelino, de que el zikavirus podría afectar de modo especial a mujeres en gestación, fue objeto de descreimiento y hasta de mofa, al atribuirle la recomendación de evitar el embarazo.
Lo cierto es que las autoridades sanitarias de Estados Unidos consideran peligroso que una mujer en estado de embarazo se contagie con ese virus, por lo que quizás ahora aquí se ponga atención a lo dicho por la ministra de Salud.
Se requiere -hay que repetirlo mil veces más- que toda la población asuma conciencia sobre la necesidad de eliminar todos los criaderos de mosquitos en todas partes, como única manera de evitar la prevalencia y propagación del zika, dengue y chikungunya.
El eminente médico dominicano Marcos Espinal, director del Departamento de Infectología de la Organización Mundial de la Salud (OMS), ha dicho que mucha gente podría padecer sin saberlo del zika, pero que ese virus debe ser tratado como si fuera dengue, que sí causa la muerte, especialmente en niños y ancianos, aunque la mejor forma de afrontarlo sería mediante la eliminación de criaderos del mosquito vector.
La presencia o propagación en República Dominicana de ese virus, además de provocar ausentismo laboral, puede afectar al turismo, por lo que, por enésima vez, se exhorta a la población a eliminar criaderos de mosquitos y a los ayuntamientos a recoger la basura.