Primera Fila

Presión

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Tras ganar las elecciones del domingo desde ya el presidente electo es advertido de que si no actúa contra la impunidad o tolera en su Gobierno siquiera un ápice de corrupción enfrentará protestas tan ruidosas como las efectuadas en la Plaza de la Bandera. Sobre la integridad de Luis Abinader no hay motivos para dudar.

Más bien para confiar en que será implacable contra lacras que de alguna manera incidieron en su ascenso al poder.

Pero los que se levantaron contra la suspensión de las elecciones municipales de febrero y que reclaman justicia sobre varios escándalos de corrupción quieren ser más vigilantes.

E incluso desde ya se ha acuñado la consigna de que si no actúa “también se va”.

El panorama indica que entre los muchos desafíos con que tendrá que lidiar Abinader no solo están las crisis sanitaria y económica, sino la salud moral de la nación.

El Nacional

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