Página Dos Primera Fila

PRIMERA FILA

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Alarmante
Tiene múltiples aristas, todas preocupantes, el caso del preso condenado a 30 años de cárcel que fue rescatado por un comando armado cuando recibía atenciones médicas en una clínica de Nagua.

Al no salir por sus propios pies no se sabe si José Gabriel Báez Abreu fue rescatado o secuestrado.

Sí que el grupo que facilitó su salida despojó a los dos miembros del Ejército que lo custodiaban de fusiles M-16. Báez Abreu había sido condenado en julio de 2015 a 30 años de prisión en la fortaleza Olegario Tenares, de Nagua, por tentativa de homicidio contra dos personas en Puerto Plata.

Aunque no sea el primero, el caso representa más que un toque de atención sobre la inseguridad en los centros médicos.

La intervención de grupos armados con capacidad para sacar a la fuerza a un recluso de un hospital no se puede minimizar. Es una nota que las autoridades tienen que asumir como real desafío.

El Nacional

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