Extraño
Si algo extraña no es que Andrés Navarro haya renunciado del Ministerio de Educación para optar por la candidatura presidencial del Partido de la Liberación Dominicana (PLD).
Después de todo ya había anticipado la decisión. Lo sorprendente es su lanzamiento sin contar con una estructura ni trayectoria proselitista que soporten sus aspiraciones.
Entre las muchas conjeturas sobre su decisión se cita la posibilidad de que esa precandidatura pueda ser parte de un plan para al menos generar más presiones internas en el PLD.
Si precandidatos con un historial, recursos y una relativa estructura no han calado, las posibilidades de Navarro lucen más remotas. Pero el derecho a aspirar no se le puede conculcar a él ni a nadie.
De lo que se está seguro es de que Navarro era un buen funcionario, que en Educación dio buenas señales de querer adecentar la cartera. Su precandidatura es una incógnita.

